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La Seu construirá un nuevo acceso a Castellciutat para abrirlo en 2020
El ayuntamiento ya ha adquirido los terrenos por 27.000 euros || Al margen de la mejora del Camí de Sant Isidre, donde construirá una acera para los peatones
La zona por donde se prevé que pasará el nuevo vial hacia Castellciutat.
Los vecinos de Castellciutat tendrán un nuevo acceso rodado hasta la zona alta de la población. El ayuntamiento de La Seu d’Urgell acaba de comprar parte del terreno rústico por el que transcurrirá este vial y ultima las negociaciones con el propietario de otra porción menor de terreno como paso previo para poder licitar y ejecutar la obra. El nuevo camino evitará que los vecinos y visitantes que acceden o bajan desde la parte más elevada de la localidad tengan que atravesar todo el núcleo a través de la recién reformada plaza de l’Arbre, para entrar o salir por la carretera N-260.
Actualmente existen dos accesos a Castellciutat: el que va desde el interior de La Seu por la urbanización de L’Horta del Valira y el Camí de Sant Isidre (única entrada peatonal y para vehículos desde la carretera N-260). Cabe recordar que el consistorio construirá una acera en el Camí de Sant Isidre que dará más seguridad a los vecinos que circulan a pie por este paso, estrecho, con tramos de curvas con poca visibilidad y cada vez más transitado, lo que supone un peligro. Para poder construir la acera será necesario ensanchar el camino, que ahora tiene unas medidas que oscilan entre 3,70 metros y los 4,80 metros.
La reforma establece que el camino pasará a tener entre 4,40 y 6,80 metros de ancho. El paso por el que podrán transitar los peatones, que estará situado en el margen izquierdo del trayecto, tendrá 2,15 metros de ancho y estará dotado de barreras metálicas de seguridad. La inversión prevista es de 250.000 euros.
El proyecto, que ya está redactado, contempla que el camino, al que se accederá desde la carretera N-260, pasará junto al cementerio y permitirá llegar directamente hasta la zona del Rastillo, al pie de la Ciutadella. El concejal de Urbanismo, Joan Gurrera, destacó ayer la necesidad de la obra, “largamente reivindicada por los vecinos” y que “mejorará de una forma muy importante la circulación” de vecinos y visitantes. La previsión es poder ejecutarla durante el próximo año 2020. El terreno adquirido ha supuesto una inversión de 27.000 euros.
