Los principales ejes de carreteras del Pirineo de Lleida, cortados por aludes en los últimos dos años

Todos los principales ejes de comunicaciones entre las comarcas del llano y el Pirineo de Lleida han sufrido cortes por desprendimientos de rocas en los últimos dos años. Los aludes que cerraron el viernes la C-13 entre Rialp y Llavorsí y que obligan desde el domingo a dar paso alternativo se suman a otros que han afectado desde 2018 a carreteras tanto del Estado como de la Generalitat. Los ha habido en la N-230, el Eix Pirinenc (N-260), la C-14, la CG1 andorrana y en numerosas vías de la red secundaria (ver mapa). El territorio y el sector turístico lo atribuyen a falta de inversiones y reclaman mejoras que garanticen la movilidad.

En Llavorsí seguían ayer los trabajos para consolidar la ladera de la que cayeron rocas sobre la C-13. Operarios del parque de carreteras del Pallars Sobirà iniciaron la colocación de una malla metálica para evitar nuevos desprendimientos. Para ello fue necesaria una grúa de grandes dimensiones para anclar la protección, debido al peso de la malla. Por su parte, técnicos “colgados” con arneses y cuerdas de escalada fijaron la malla a la montaña. En los próximos días consolidarán algunas rocas de grandes dimensiones con anclajes especiales para impedir que caigan. Al margen de esta actuación inmediata, técnicos del Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya sobrevolaron el domingo con drones la zona afectada, como primer paso para detectar posibles puntos críticos que puedan sufrir aludes y aconsejar acciones a la conselleria de Territorio para evitarlos.

En cuanto al resto de carreteras, la mayor actuación en curso para evitar el peligro que suponen los desprendimientos es la construcción del túnel de Tres Ponts en la C-14. En el resto de los ejes viarios transfronterizos, la mejora de la seguridad en la N-230 es todavía objeto de estudios para mejorar el trazado actual desde Sopeira hasta Les; mientras que la reforma del Eix Pirinenc (N-260) es solo una promesa desde hace años. En la red de carreteras secundarias de Lleida, el alud más grave sucedió en abril de 2018 la carretera entre Sant Esteve y Guàrdia de Noguera, y se cobró la vida de dos personas.

Reclaman soluciones que aseguren la movilidad de forma duradera La Federación de Hostelería de Lleida se sumó ayer a las numerosas voces que, desde las administraciones del Pirineo, reclaman mejoras duraderas en la red viaria que garanticen la movilidad. La entidad ha remitido una carta a todos los diputados por Lleida en el Parlament en la que señalan que los desprendimientos de la C-13 han provocado una situación “precaria” y reclaman un plan de inversiones para “equilibrar el Pirineo de Lleida con otras zonas” de la cordillera. “Necesitamos un acceso rápido al Pirineo con salida a Francia y conexiones entre los diferentes valles”, afirmó la Federació, que destacó la necesidad de mejorar las infraestructuras para frenar la despoblación. “Tenemos grandes oportunidades y debemos aprovecharlas”, concluyó.