Cuatro edificios ilegales, derribados por sus dueños en el último año

Cuatro edificios ilegales han desaparecido en las comarcas de Lleida a lo largo del año pasado. Sus propietarios los han derribado, después de que la Generalitat constatase que carecían de los permisos necesarios y ordenase restablecer el aspecto original de los terrenos. Hacerlo de forma voluntaria supone evitar parte de las sanciones que castigan estas irregularidades urbanísticas. No hacerlo, en cambio, implica pagar multas y que la administración pueda ejecutar la demolición de forma subsidiaria, para cobrarle después la factura a los infractores.

Según datos publicados por el departamento de Territorio y Sostenibilidad, dos de estas construcciones ilegales y ya derribadas estaban en Les Garrigues. En Cervià, una casa construida sin permisos fue demolida junto con el terreno pavimentado que la rodeaba, una superficie de unos 77 metros cuadrados que ya ha vuelto a su estado original. La otra era un edificio inacabado en La Pobla de Cérvoles, cuyo promotor ha devuelto los terrenos afectados a su estado original.

En el Solsonès, se ha derribado un muro de contención de que se construyó sin permisos junto a una edificación en el municipio de Pinell. En la Noguera, demolieron salas circulares en Camarasa que excedían la superficie autorizada.

Por otra parte, la Generalitat ha redactado el proyecto para demoler de forma subsidiaria el edificio declarado ilegal que el portavoz de la asociación ecologista Ipcena, Joan Vàzquez, construyó a título personal en Sant Esteve de la Sarga. Por ahora no hay fecha para ejecutar el derribo, según el Govern.