Una decena de productores quiere recuperar la cebolla autóctona de Coll de Nargó

La asociación de productores y transformadores de la cebolla de Coll de Nargó ha impulsado junto al consistorio y agricultores que cultivan esta planta herbácea, un proyecto para recuperar el ADN histórico de esta variedad autóctona. Entre los objetivos destaca la mejora de la comercialización y potenciar el consumo de este alimento para acabar con la creación de una Denominación de Origen Protegida (DOP). A la vez, los impulsores de esta iniciativa también quieren promover el tejido agroalimentario del territorio y que la DO se convierta en un reclamo turístico en el Alt Urgell.

Técnicos de la Fundació Miquel Agustí especializados en la recuperación de variedades antiguas dirigen el proyecto, que tiene una duración de cuatro años, de los cuales ha finalizado ya el primero, según explicó la teniente de alcalde de Coll de Nargó, Eli Garrabou. Durante este periodo investigadores y productores han buscado la semilla original de esta cebolla, que con el tiempo se ha ido mezclando y ha perdido su esencia original. El proyecto cuenta con la participación de tres productores locales, que durante las próximas cuatro cosechas recogerán las cebollas que respondan a la variedad más similar a la original hasta conseguir la autóctona de Coll de Nargó. Algo que se prevé conseguir dentro de dos años, en 2022. Según Eli Garrabou, “se trata de un producto único y poco conocido en el mercado, pero que vale mucha la pena promocionar por sus cualidades”, dijo.

Los impulsores prevé que la distinción de esta variedad se convierta también en un reclamo turístico

En este sentido, el consistorio destinará hasta 100.000 euros en este proyecto. Serán aportaciones que se harán anualmente en el periodo de los cuatro años que se prevén para conseguir la variedad autóctona. Para el consistorio el trabajo de investigación y de recuperación de esta variedad “única”, supondrá un valor añadido a este producto de calidad vinculado al territorio. La teniente de alcalde destacó la importante demanda de este producto por parte del sector culinario, que trabaja con alimentos de proximidad de alta calidad. Además, apuntó que una vez culminado el proyecto de recuperación de la cebolla de Coll de Nargó, la voluntad es que los productores cultiven esta planta en grandes cantidades para conseguir una comercialización en nuevos mercados, tanto de cebolla cruda como el producto elaborado. Actualmente existen en el municipio una docena de productores principalmente para el autoconsumo y venden los excedentes.

Originaria de este municipio y con potenciales gastronómicos Técnicos de la la Fundació Miquel Agustí explicaron que la cebolla de Coll de Nargó es una variedad que presenta una gran variabilidad por la mayoría de características agro morfológicas que contiene, “seguramente debidas a las introducción de otras variedades de cebolla”, dijeron. Bajo la denominación de cebolla de Coll de Nargó han encontrado variedades con morfologías y coloraciones muy distintas entre ellas y por ello los vecinos han impulsado el proyecto para recuperar el ADN histórico de la variedad. A partir de las informaciones de los productores locales se ha definido la variedad como una cebolla grande (peso comprendido entre los 300 y los 500 gramos), de forma alargada en su sección longitudinal, y de color morado intenso. La textura es bastante crujiente, muy agradable y es perfecta para aliñar y comer en ensaladas o para hacer sofritos, y tiene una conservación media.