URBANISMO EQUIPAMIENTOS
El ayuntamiento de Sort es el dueño desde hace 20 años de dos piscinas de uso privado
Inmobiliarias las cedieron al consistorio para equipamientos por las urbanizaciones y pactaron no abrirlas al público || El municipio inauguró en junio de 2017 la única piscina abierta a todos los vecinos
El ayuntamiento de Sort es el propietario de dos piscinas en las que muy pocos vecinos pueden bañarse cuando llega el verano. Solo tienen derecho a hacerlo los dueños de viviendas de las urbanizaciones de La Solana, al norte del núcleo urbano; y la de Estanys de Pallars, al pie del Eix Pirinenc. Hace más de dos décadas, los promotores de estos bloques de pisos construyeron las piscinas y las entregaron al consistorio para cumplir con su obligación de ceder suelo para equipamientos municipales. Sin embargo, el gobierno local no las abrió al público, sino que las “devolvió” a las inmobiliarias: conservó la titularidad de las parcelas, pero otorgó a las empresas largas concesiones de uso. Han estado en vigor desde entonces y podrían expirar en próximos años.
La concesión de la piscina de Estanys de Pallars se otorgó en 1992 por un plazo de 30 años, mientras que la de La Solana fue de 25 años en 2000. Esto apunta a la finalización de los contratos en los próximos cinco años. Las dos operaciones corresponden a mandatos del exalcalde Agustí López (CiU). Ningún edil de entonces sigue en el consistorio.
Las concesiones de la piscina de Estanys de Pallars y la de La Solana expirarán en cinco años
Al ceder la propiedad de las piscinas y obtener poco después concesiones de uso, las inmobiliarias lograron edificar urbanizaciones sin entregar suelo adicional al ayuntamiento, sin renunciar a nada de lo que habían construido y sin tener que compartirlo. En cuanto al consistorio, obtuvo sobre el papel los terrenos que exige la normativa urbanística a los promotores de nuevos sectores residenciales. Sin embargo, apenas pudo disponer de ellos desde entonces y los beneficios para el conjunto de la población han sido, cuanto menos, escasos.
Para “atender al uso público de los terrenos” que acogían las piscinas, el ayuntamiento “se reservó” prerrogativas como disponer de “veinte abonos al año de uso discrecional” para nadar en la de Estanys de Pallars y tres semanas para “cursillos de natación” cada verano en esta y la de La Solana. Así consta en los acuerdos de cesión. Solo en la primera hay quien recuerda estos cursos, y hace años de eso. En la actualidad no los hay.
El alcalde de Sort, Raimon Monterde (Som Poble), aseguró desconocer que el ayuntamiento era dueño de estas dos piscinas. En verano de 2017, inauguró la única que sí está abierta al público, junto al polideportivo. Fue el fruto de “reciclar” la piscina cubierta inacabada, cuyas obras quedaron paralizadas al tener un coste inasumible. “Estamos revisando el urbanismo que hemos recibido para revisar y corregir lo que sea necesario”, apuntó.
Su antecesor en el cargo, Llàtzer Sibís (PDeCAT), supo que el consistorio era dueño de las dos piscinas al revisar un listado de bienes municipales. Aunque apreció que era una situación anómala, ya no era posible recurrir estos acuerdos al haber pasado años. Las concesiones estaban ya más cerca de su final que del inicio y llegó a la conclusión de que solo era posible esperar a que expirasen.