Aludes de rocas en varias vías y destrozos por el agua

Un gran desprendimiento de rocas y tierra cortó ayer la carretera N-260 en Pont de Bar en ambos sentidos. Un equipo de geólogos se desplazó hasta el lugar para estudiar su reapertura como mínimo en uno de los dos carriles al tratarse de una de las vías más importantes del Pirineo. Ayer a última hora se abrió un paso alternativo y el subdelegado del Gobierno, José Crespín, dijo que tardarán “días” en restablecer el servicio.

En el llano, el río Ondara anegó campos en Barbens y a media mañana el agua ocupó la carretera hacia Tornabous. También se desbordó en Tàrrega y El Talladell causando daños en huertos y mobiliario urbano del Camp dels Escolapis. El río Corb se desbordó a su paso por Ciutadilla y en algunos puntos de Guimerà, Nalec, Sant Martí de Riucorb y Belianes, cortando accesos secundarios. El temporal también causó desprendimientos en la carretera que une Guimerà con el acceso a la C-14 y la C-233 a la salida de Vilanova de Bellpuig. En la Segarra, el agua cortó los accesos a Les Oluges y Sisteró durante todo el día. En Montfalcó también se derrumbó la pared del cementerio y uno de los caminos de salida de la población quedó cortado por el desprendimiento de un muro.

También la línea del tren de La Pobla quedó cortada al chocar el tren contra una roca que cayó en la vía a la altura de Àger. La vía ya está restaurada, pero hoy se mantendrá un servicio de autobús entre Balaguer y La Pobla.