Lleida esquiva la mayor crudeza de 'Gloria' pese a la afectación en el campo

Las comarcas de Lleida han sufridos los embates de la tormenta Gloria pero, pese a ello, es el territorio que ha salido mejor parado de Catalunya teniendo en cuenta desastres como los del Delta de l’Ebre. Con todo, el campo leridano ha recibido precipitaciones en exceso y estas han forzado retrasos en las siembras de cereales de invierno.

El paso de la borrasca Gloria por las comarcas de Lleida ha dejado afectaciones en los campos, con las más graves en las fincas que se han visto anegadas, bien por las elevadas precipitaciones, con hasta 90 litros por metro cuadrado en algunos puntos, según Unió de Pagesos, como por el desbordamiento de los ríos en otros, como apunta JARC recordando los casos del Sió y el Ondara. Asaja destaca los casos de la partida La Femosa de Lleida, además de en Puigverd o en Artesa de Lleida.

La gran humedad en muchas fincas de secano se traduce en retrasos en la siembra de cebada. La situación se repite también en explotaciones de regadío que apuestan por combinar este cereal con una segunda cosecha posterior de maíz. Pese a ello, las organizaciones agrarias consideran que las precipitaciones tienen también un aspecto positivo para las explotaciones en general.

Pero estos fenómenos meteorológicos especialmente adversos preocupan, teniendo en cuenta que en octubre hubo ya un episodio especialmente duro. UP recuerda que aún había infraestructuras que no se habían reparado de los destrozos de otoño y que se han visto agravados, mientras que daños que se habían subsanado se han visto arruinados por la dureza de Gloria. Otra preocupación de los agricultores en estos momentos es la falta de frío, de heladas nocturnas que provoquen el paro fisiológico de algunos cultivos, alertando del “adelanto” en el desarrollo que se aprecia por ejemplo en el caso de los almendros, que los puede hacer más vulnerables a caídas de los termómetros tardías.

En este contexto, los agricultores se reivindican como elemento clave para afrontar fenómenos meteorológicos especialmente adversos. En esta línea, JARC demanda la creación de una mesa de emergencia climática para analizar posibles medidas correctoras. La organización defiende, como hacen destacados expertos, la necesidad de buscar un impulso y el equilibrio necesario en el sector primario como cuidadores del entorno natural, con sus cultivos y regulación de los bosques, más allá incluso de la producción de alimentos.