TEMPORAL BALANCE
Volver a la normalidad tras 'Gloria'
La borrasca, que asoló gran parte de Catalunya, dejó en la comarcas de Lleida ríos desbordados, desprendimientos de piedras, cortes de suministro eléctrico, campos anegados y nieve || Unas precipitaciones que garantizan la temporada a los complejos de esquí del Pirineo leridano
Con las aguas más tranquilas, es el momento de hacer balance de los daños de la borrasca Gloria, pero también de buscar soluciones y medidas para afrontar otro fenómeno climatológico devastador, pero no excepcional y totalmente convencional para los expertos meteorólogos, que aseguran que el clima cambia rápido y a la misma velocidad se debe adaptar la sociedad para capear sus embates. Las comarcas de Lleida no han salido tan perjudicadas como las del resto de Catalunya, especialmente el Delta o las del litoral, aún así, se ha puesto de manifiesto la fragilidad del territorio con recurrentes desprendimientos; cortes de suministro eléctrico; ríos desbordados, campos anegados e intensas nevadas. El Eix Pirinec (N-260) en El Pont de Bar sigue con paso alternativo regulado por semáforos, la carretera de Sant Esteve de la Sarga LV-7041, cerrada hasta febrero por seguridad, el suministro eléctrico se ha ido normalizando y los ríos Sió, Corb, Set y el torrente de la Femosa han vuelto a su cauce normal. Pese a ello, también existe la cara ‘positiva’ de este temporal. La totalidad de los complejos de esquí de Lleida tiene asegurada la temporada después de acumular espesores de más de dos metros y medio de nieve. Port del Comte, en el Solsonès, es una de las más beneficiadas por estas nevadas, que ha pasado de tener un 20% de las pistas abiertas a la totalidad del dominio esquiable este fin de semana, y ayer ya recibió a unas 3.000 personas. Las estaciones de Port Ainé y Espot, en el Sobirà, recibieron ayer más de 3.600 esquiadores. El director, Xavier Bigordà, aseguró que a partir de ahora y hasta Semana Santa, es cuando más afluencia de esquiadores visitan los complejos, y más aún, “con estos registros de nieve”, dijo. Hasta Boí Taüll se acercaron ayer 2.500 esquiadores a pesar de la niebla y el frío, aunque los aficionados no quisieron perderse la oportunidad de disfrutar de la última nieve. También las estaciones de esquí de fondo de Lleida abrieron la totalidad de sus dominos .