Tras los presupuestos, elecciones

El president, Quim Torra, dio ayer por rota la unidad con su socio en el Govern, ERC, y anunció que convocará elecciones una vez el Parlament apruebe los presupuestos para 2020, una decisión que podría llevar de nuevo a los catalanes a las urnas en mayo. Desde la Galeria Gòtica del Palau de la Generalitat y poco antes de volver a sentarse con los consellers de Esquerra en una reunión del Consell Executiu para dar luz verde al proyecto de cuentas, Torra leyó una declaración institucional en la que certificó que la alianza de gobierno entre JxCat y ERC está ya finiquitada y solo aguantará de manera instrumental unos meses para no echar a perder unos presupuestos ya pactados con los comunes. “Esta legislatura ya no tiene más recorrido político. Llega a su final. Esta semana hemos podido constatar que los dos socios de Govern encaramos el camino hacia la independencia de una forma que ha conllevado el deterioro de la confianza mutua que se necesita en los momentos decisivos”. Aludía a la decisión de la Mesa del Parlament que aceptó despojarle del escaño. Entiende que ERC, el presidente del Parlament, Roger Torrent en particular, rompió el consenso de las fuerzas independentistas para “no aceptar esta irregularidad” y “plantarse” frente a la Junta Electoral. Dijo que Torrent “permitió dejar a la intemperie a la presidencia de la Generalitat”, y “no es la primera vez”. Con todo, Torra mantiene la reunión del día 6 con Pedro Sánchez.

Tras el anuncio de Torra, todos los focos estaban puestos en ERC, que evitó chocar frontalmente con president y se limitó a difundir un comunicado en el que dice “respetar” su posición. Indicó en su comunicado que “compartimos las conclusiones principales de su comparecencia” en el sentido de que “al país le hacen falta de forma urgente unos Presupuestos que cuentan ya con un apoyo parlamentario amplio y que den respuesta a los retos y necesidades de la ciudadanía”. Los republicanos expresaron su compromiso de “seguir trabajando como hasta ahora en todos los frentes, al servicio del independentismo y con lealtad y responsabilidad, para seguir avanzando hacia la República Catalana”. Desde la cárcel, el líder de ERC, Oriol Junqueras, evitó valorar la división con JxCat en el seno del Govern. En declaraciones a La Sexta dijo que “Torra tiene todo mi respecto y aprecio y deseo que le vaya lo mejor posible”

El vicepresident, Pere Aragonès, instó ayer al PSC y la CUP a apoyar los presupuestos de la Generalitat, y reclamó “grandes mayorías imbatibles” para aprobar las cuentas e insistió en especial a los socialistas. “Si somos capaces [de buscar consenso] sobre la independencia, ¿no lo podemos hacer sobre un presupuesto que, objetivamente, es mucho mejor que continuar con una prórroga presupuestaria que haría daño a la ciudadanía? “, se preguntó Aragonés, después de que el Consell Executiu aprobara el proyecto de presupuestos para comenzar su tramitación en el Parlament. El vicepresidente considera que los servicios públicos entrarían en “colapso” en caso de no aprobar los presupuestos de 2020.

Aragonés agradeció a los comunes su apoyo a pesar de las diferencias de sus proyectos: “Hay que poner en valor la voluntad de entendimiento”, insistió. Animó a las formaciones progresistas, especialmente PSC y CUP, a “buscar la forma” de sumarse al acuerdo presupuestario.

Horas después, en una entrevista en TV3, el dirigente republicano consideró “absolutamente descartado” un futuro Govern compartido con el PSC como posible escenario poselectoral.

Un divorcio tras dos días de máxima tensión y varios escenarios La declaración de Torra se produce tras dos días de máxima tensión entre ERC y JxCat tras la decisión de la Mesa del Parlament de dejarle sin escaño. Llegó a sopesar la convocatoria inmediata de elecciones o la expulsión de los consellers de ERC en el Govern. Para tomar una decisión sobre cómo resolver la crisis, Torra se reunió el martes por la noche con un núcleo reducido de dirigentes de JxCat -Josep Costa, Elsa Artadi, Albert Batet, Meritxell Budó, Josep Rius, Pere Cardús y Carles Puigdemont, por videoconferencia- y descartó una colisión frontal con ERC. Ayer mantuvo una conversación en privado con Pere Aragonès y le trasladó que no tenía intención de echar a los consellers de su partido.