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Trasladan el único baño público de La Seu tras las quejas de un vecino
Ubicado en los bajos de un bloque que el ayuntamiento compró por 40.000 euros || El antiguo propietario recomprará el local y el consistorio recuperará la inversión
El ayuntamiento de La Seu d’Urgell se ve obligado a cambiar de ubicación el único baño público que hay en el municipio. Se instaló la pasada primavera en los bajos de un edificio situado en la plaza Joan Sansa y aún no había entrado en servicio. El traslado llega tras las quejas de uno de los vecinos del inmueble, que se ha mostrado en total desacuerdo con su puesta en marcha. Por este motivo, el consistorio ha optado por “desinstalarlo y evitar así problemas y polémica”, según explicó ayer el alcalde, Jordi Fàbrega.
La Seu destinó 40.000 euros a la compra del local en el que se instaló el baño público, una inversión que ahora recuperará porque ha negociado con el antiguo propietario. Este “recomprará” los bajos por el mismo precio que pagó el ayuntamiento. Asimismo, Fàbrega aseguró que en el momento de la compra del local no se había constituido aún la comunidad de propietarios del inmueble porque aún quedaban algunas viviendas por vender. En este sentido, el alcalde consideró “totalmente correcta y legal” la actuación municipal, que “se reunió con los propietarios del momento para proponer la instalación”. Ahora, uno de los vecinos se opone al proyecto y el ayuntamiento se ha decantado por cambiar de sitio el nuevo baño público.
Por este motivo, la cabina del baño quedará instalada en alguno de los espacios exteriores todavía disponibles de la plaza Joan Sansa. Cabe recordar que la puesta en marcha de un baño público en La Seu, adaptado y accesible a personas con movilidad reducida, responde a la voluntad de la ciudadanía, expresada a través de los presupuestos participativos que lleva a cabo cada año el ayuntamiento. El equipamiento dispone de un sistema de autolavabo e higienización después de cada uso y cuenta con medidas contra los actos vandálicos. El suministro e instalación de la cabina fue a cargo de la empresa Lorke Systems, SL, con una inversión total de 37.159 euros (con impuestos). Fàbrega especificó que “la penalización que pagaremos con el cambio de ubicación será unos 2.000 euros”, que son los que la corporación calcula que costaron los trabajos de instalación.