SUCESOS COMERCIO
Denuncian la venta ilegal de coches junto al mercadillo de Torrefarrera
Afirman que desde hace ocho años esta práctica en el parking junto al restaurante, que es término de Lleida, va en aumento || Se puede sancionar con 1.500 euros
En el aparcamiento situado junto al restaurante ‘24 horas Torrefarera’ y la gasolinera, junto al mercadillo, se lleva a cabo la venta ilegal de coches, según informaron fuentes conocedoras y comprobó este mismo diario. Este parking, que es de titularidad privada, forma parte del término municipal de Lleida y “desde hace ocho años se venden en él vehículos de manera ilegal por parte de personas mayoritariamente de origen magrebí”, explicaron las fuentes, que destacaron que “esta práctica ha ido en aumento con el paso de los años”.
“Como el aparcamiento es de paso libre, hay quienes se aprovechan y venden coches de segunda mano”, señalaron y añadieron que “los dejan aparcados durante varios días pero los van cambiando de sitio para que no parezca que están abandonados y aprovechan el domingo, día de bastante afluencia por el mercadillo, para hacer sus negocios”. En algunas ocasiones se avisa a la Guardia Urbana, “pero como no les pillan vendiendo in fraganti no pueden hacer gran cosa y lo que hacen es comprobar si los vehículos tienen la ITV y los seguros correspondientes. De hecho, en ocasiones se llevan a algunos de los coches por incumplir la normativa”.
Los vehículos en venta estacionados en este aparcamiento provocan en ocasiones que los clientes del restaurante no tengan sitio para aparcar. Normalmente, los coches no llevan carteles anunciado su venta (excepto en días con afluencia de gente donde colocan algún cartel, pero vigilan que no aparezca la policía) y para publicitarlos, lo hacen por internet y cuando el potencial comprador llama para poder ver el vehículo, le dicen que tiene que desplazarse al polígono de Torrefarrera.
Este diario pudo comprobar ayer cómo vendedores improvisados ofrecían coches de segunda mano de gama media-alta, pero con más de 15 años de antigüedad, por precios que oscilaban entre los 1.500 y los 6.000 euros. En alguno sí que había un cartel de ‘se vende’.
La ordenanza municipal de civismo de Lleida ciudad contempla que publicitar coches en venta en plena calle es una infracción grave con sanciones entre 600 y 1.500 euros.