El Estado probará nuevas tecnologías para eliminar la niebla de las carreteras

El ministerio de Transportes probará tecnologías para facilitar la conducción con niebla e incluso para eliminarla de las carreteras. Para ello, ha empezado a contratar ensayos en un tramo de autovía en Galicia. Esto puede beneficiar a las comarcas de Lleida, donde mala visibilidad es frecuente en invierno y ayer mismo dificultaba circular por la A-2.

El Estado ensayará diferentes tecnologías para eliminar la niebla de las carreteras. El ministerio de Transportes ha sacado a concurso contratos para diseñar prototipos y probarlos en un tramo de la autovía A-8 en Galicia. Esta iniciativa forma parte de un proyecto financiado por la UE que pretende establecer cuál es la mejor manera de evitar la mala visibilidad al volante, algo frecuente en Lleida en invierno (ver desglose).

A la espera de desarrollar y probar prototipos, el ministerio apuntó que las pruebas se basarán en cuatro propuestas: sistemas de aspersión para liberar en el aire “materiales higroscópicos” (capaces de absorber la humedad de su entorno); barreras cortavientos móviles con diferentes grados de porosidad; estructuras de hormigón abovedadas sobre la calzada con aberturas laterales; y combinaciones entre barreras estáticas y móviles.

El ministerio de Transportes también impulsa pruebas de dispositivos que faciliten la conducción con niebla

El presupuesto de licitación para estas pruebas asciende a un total de 5,4 millones. Forman parte de concurso que incluye también otros 1,8 millones para la búsqueda de soluciones innovadoras que faciliten la circulación con niebla. En este caso, el ministerio plantea tres propuestas: un sistema de balizas con láser en un lateral de la vía; señales horizontales con luminarias led que proyecten luz sobre la calzada; y sistemas de balizas inteligentes, que se iluminen al paso de vehículos para advertir a los conductores de la proximidad de otros coches y camiones en condiciones de mala visibilidad. Esto es algo que ya se había probado antes en la misma autovía A-8.

Las adjudicaciones, iniciadas a finales de enero tras haber convocado el concurso en 2018, todavía están en curso. Por ahora se han centrado en el lote de medidas para mejorar la conducción con niebla, a la espera de contratar las pruebas para suprimirla.

Ningún día sin vuelos por falta de visibilidad en Alguaire

El aeropuerto de Alguaire no ha tenido que desviar ningún vuelo este invierno por culpa de la niebla. Este es también el primer invierno tras la marcha del turoperador británico Neilson, que desviaba sus aviones desde el Reino Unido a Reus solo con que hubiera amenaza de mala visibilidad en Alguaire. La pasada temporada de esquí, tres de cada diez viajeros del Reino Unido aterrizaron en Tarragona en lugar de en Lleida, por culpa de pronósticos de niebla que no siempre fueron acertados.

Después de que Neilson haya cancelado sus vuelos a Lleida, al quedarse sin aviones por la quiebra del gigante británico del turismo Thomas Cook, el aeropuerto solo recibe el vuelo semanal de Palma y los vuelos del turoperador sueco Quality Travel. Este último empezó la campaña de esquí a principios de febrero y la terminará a finales del marzo. El pasado invierno, esta aerolínea no desvió ningún vuelo por mala visibilidad en Lleida. Por otra parte, el aeropuerto de La Seu pondrá en marcha en abril el nuevo sistema de aproximación por GPS para aterrizajes y despegues con niebla. No obstante, controladores aéreos locales y tripulaciones de aviones deberán formarse para usarlo y se tendrá que invertir más de 100.000 euros para adaptar cada aeronave, como ya avanzó este diario.

Un protocolo que ha obligado a cortar cuatro veces la autopista AP-2 La niebla complicaba ayer mismo la circulación en la autovía A-2, una situación que se ha repetido en varias ocasiones a lo largo del invierno. En la autopista AP-2, un protocolo para prevenir accidentes por este motivo se activa cuando la visibilidad cae por debajo de los 75 metros. En estos casos, los accesos a esta vía de alta capacidad cierran y el tráfico se desvía por la N-240. Este protocolo se ha activado en cuatro ocasiones desde su aprobación en 2015. La última fue el pasado 16 de enero y cortó la autopista durante diez horas a su paso por las comarcas leridanas.