La nieve artificial, esperanza para las estaciones de esquí

Las estaciones de esquí han podido poner en marcha los cañones de nieve esta semana gracias a la bajada de temperaturas a partir del martes, lo que ha permitido reforzar las zonas que habían perdido grosores por el calor de los últimos días. Según fuentes de FGC, que gestiona Port Ainé y Espot en el Sobirà, se han llegado a registrar seis grados bajo cero en el Pic de l’Orri, una situación que se ha repetido en los últimos días y que es propia del mes de febrero. El viento obligó ayer a cerrar parcialmente las pistas de Espot, aunque sobre el mediodía ya estaban abiertas todas las instalaciones. Por su parte, Boí ha podido producir 3.000 metros cúbicos de nieve artificial cada una de las dos últimas noches después de alcanzar anteriormente los 11 grados positivos en las cotas más altas. Sigue siendo la estación con mejores espesores, después de Baqueira, que tiene metro y medio de nieve.

La previsión es que entre un nuevo frente de cara al fin de semana que podría dejar nuevas precipitaciones. La mayoría de los complejos invernales confían en llegar a final de temporada una vez finalice Semana Santa, el 13 de abril. Port del Comte, en el Solsonès, es la que lo tiene más complicado y, de hecho, será difícil cumplir los plazos si las temperaturas suben desmesuradamente como a mediados de mes. La estación tiene entre 20 y 80 centímetros de nieve. Sus responsables aseguran que harán lo posible por mantener abiertas las instalaciones si el tiempo acompaña. En la misma línea se manifestaron las pistas de esquí de fondo. Solo están abiertas Lles y Tuixent para la práctica de fondo, mientras que el resto solo ofrecen itinerarios de raquetas y usos turísticos. El balance de afluencia de febrero ha sido positivo.