El futuro de la escuela Àngel Guimerà se decidirá en veinte días

El futuro de la escuela Àngel Guimerà de Balaguer se decidirá en veinte días, una semana antes que empiece la preinscripción escolar para el próximo curso. Este es el plazo que se han dado la conselleria de Educación y la Paeria de Balaguer para decidir si hacen efectivo el cierre progresivo del centro a partir del próximo curso. Así lo manifestó ayer el alcalde de la ciudad, Jordi Ignasi Vidal, en una reunión informativa a la que asistieron representantes de la plataforma contra el cierre del centro y padres y madres de alumnos.

Vidal explicó que, después que la plataforma enviara hace unos días su propuesta para reducir el absentismo escolar y mejorar la calidad de la enseñanza en el centro, la Federació d’Associacions de Mares i Pares de Catalunya envió otra el pasado lunes, por lo que ahora restan a la espera de que los técnicos de la conselleria las analicen. En este sentido, Vidal señaló que tiene previsto organizar una reunión con los técnicos del departamento, representantes del Ampa y de la oposición la semana que viene para debatir las propuestas.

“Nuestro objetivo es solucionar el problema constatado de segregación para que la escuela deje de ser un Centro de Atención Educativa Preferente (CAEP) y todos los niños de Balaguer tengan las mismas oportunidades”, apuntó Vidal. Cabe recordar los CAEP, al ubicarse en un entorno socioeconómico muy humilde, cuentan con ciertas diferencias con los CEIP como ratios inferiores de alumnos por clase o mayor financiación.

Por su parte, representantes de la plataforma alertaron que “las veces que se han cerrado centros públicos no se han vuelto a abrir”, por lo que aseguraron que “Balaguer no se puede permitir perder esta escuela y es obligación de todos los colectivos de la ciudad involucrarse en la búsqueda de soluciones y alternativas al cierre”. En la misma línea, denunciaron que “Educación no está haciendo un diagnóstico claro del porqué hay segregación ni tampoco de cómo solucionarla”, al mismo tiempo que temen que la decisión final ya esté tomada y que reuniones como esta sean “tácticas dilatorias para desmovilizar la lucha de las familias contra el cierre”.