La economía local también florece

La llegada masiva de turistas a las comarcas de Lleida atraídos por el espectáculo de la floración de los árboles frutales ha ayudado a crear pequeñas economías en los municipios más allá de las cuatro semanas que dura la campaña. Aitona, que fue pionera en las rutas por los campos en flor, recibe cada año a miles de visitantes que generan riqueza en este municipio y llenan los restaurantes y establecimientos turísticos. De hecho, se prevé que este año el mar rosa de Aitona reciba a más de 20.000 personas, lo que supone casi multiplicar por diez su población. El Fruiturisme, que se puso en marcha en 2012, ha permitido también la creación de nuevas empresas y ha ayudado a dinamizar turísticamente el municipio.

Mientras, los bares, restaurantes y comercios de poblaciones próximas como Soses o La Granja también se han visto beneficiados por los miles de visitantes que recorren los campos floridos. En este sentido, los restaurantes de Seròs han recibido durante todos estos años a parte de las personas que recorren los campos en flor en Aitona.

Aitona estrenó en 2012 las rutas por los campos en flor y este año se suman otros cinco municipios

Ante este auge de la floración, el Patronato de Turismo de la Diputación propuso a otras localidades de Lleida organizar rutas por las fincas de frutales. A la iniciativa se sumaron Seròs, Soses, La Granja, Montoliu de Lleida y Albatàrrec, que entre este fin de semana y el 21 de marzo estrenan sus propias visitas guiadas, en las que payeses y vecinos mostrarán a los turistas los procesos de producción de la fruta de Lleida.