TRIBUNALES AUDIENCIA
Exculpan de una muerte a una residencia de Almacelles
Joan Altisent, de 48 años y de Anglesola, fue hallado sin vida tras pasar 43 días desaparecido || La familia acudirá a la vía civil
Imagen de una de las jornadas de búsqueda de Joan Altisent.
La Audiencia de Lleida ha eximido a la residencia Sant Joan de Déu de Almacelles de cualquier responsabilidad penal por la muerte de Joan Altisent Valls, que fue hallado muerto 43 días después de que se fuera de esta residencia sin que sus responsables se dieran cuenta el 22 de diciembre de 2015. El tribunal, que reabrió la causa tres ser archivada por el juzgado de Instrucción número 4 de Lleida, ha desestimado el recurso presentado por la familia de la víctima al “no considerar que se den en las conductas desplegadas por los investigados una desatención o dejación de funciones que permitan encuadrarlas en el ámbito de la figura penal de la imprudencia ni grave ni menos grave”. El auto de la Audiencia es firme y no cabe recurso. Sin embargo, el tribunal recuerda que el caso puede seguir “por el ordenamiento jurídico como son el Derecho Civil o Administrativo, al que en todo caso, podrán acudir los perjudicados si así lo estiman oportuno”. La familia ya ha anunciado que acudirá a la vía civil al entender que el centro fue responsable.
La Audiencia reabrió el caso al considerar que existían suficientes indicios para investigar si los responsables de Sant Joan de Déu incurrieron en algún tipo de delito, ya que se debía determinar si fallaron los medios materiales y humanos de seguridad, así como si fue determinante el hecho de que se tardara casi cuatro horas desde que se produjo la desaparición de Altisent hasta que se avisó a los Mossos. Tras analizar el caso, el tribunal “no aprecia que la actuación llevada a cabo por los investigados en la presente causa sea constitutiva de imprudencia grave ni menos grave que deba ser merecedora de reproche penal”.
La residencia tardó cuatro horas en alertar a los Mossos d’Esquadra de la desaparición
Joan Altisent, de 48 años, de Angelosal y que tenía una discapacidad intelectual del 85%, estuvo 43 días desaparecido, concretamente entre el 22 de diciembre 2015 y el 2 de febrero 2016. Trabajadores de Adif lo encontraron acurrucado en una arqueta a 7 kilómetros del centro. Centenares de personas lo buscaron en varias movilizaciones por la zona.
