ESNOTICIA
El cierre de la frontera francesa en Aran vacía las calles de Bossòst y Les
Numerosos visitantes de Francia acudían a comprar mientras vecinos se confinaban en casa || Agentes de policía establecieron un control de vehículos en la N-230
El cierre de fronteras entre España y Francia en Aran vació ayer de forma súbita las calles de Bossòst y de Les. Son dos municipios donde hasta ahora era habitual que franceses acudieran a comprar, al encontrar precios más baratos que en las poblaciones francesas de su entorno, especialmente en artículos como el tabaco y las bebidas alcohólicas. La clausura llegó después de que la declaración de estado de alarma el pasado fin de semana diera como resultado una escena insólita: la mayoría de la población local del Baish Aran estaba confinada en casa mientras numerosos visitantes llenaban la vía pública.
La posibilidad de que estos visitantes facilitasen la propagación del coronavirus había sido motivo de preocupación entre los vecinos. Aunque muchas tiendas habían cerrado el fin de semana, los franceses seguían llegando para comprar tabaco y pasear. La restricción del tráfico transfronterizo en España se aplicó ayer tanto en la N-230 en Les como en Eth Potilhon, en Bossòst. Fue la primera desde los atentados terroristas de París en 2015, y obligó a numerosos coches procentes de Francia a dar la vuelta al llegar a los controles policiales.
De acuerdo con las instrucciones del Gobierno, el paso se limitó a camiones y a vehículos de ciudadanos españoles, residentes en España, trabajadores transfronterizos y a quienes que acreditaban causas de fuerza mayor. Esta medida dejó fuera a Andorra, aunque esto se debe al hecho de que, a diferencia de los pasos de Les y Eth Portilhòn, en La Farga de Moles hay una aduana estable.