Alcaldes del Pirineo denuncian la llegada de turistas de segundas residencias

A pesar de las restricciones a la movilidad debido al estado de alarma, muchos pueblos del Pirineo han constatado la llegada de propietarios de segundas residencias que se han desplazado para pasar la Semana Santa. En el caso de Esterri d’Àneu y Sant Llorenç de Morunys, los alcaldes denunciarán a aquellos que se salten el confinamiento.

Municipios del Pirineo han constatado esta semana la llegada de propietarios de segundas residencias para pasar los días festivos a pesar del estado de alarma, que prohíbe explícitamente todo desplazamiento que no sea estrictamente necesario. En el Pallars Sobirà, el alcalde de Esterri d’Àneu, Pere Ticó, destacó la “poca solidaridad de muchas personas” al no tener en cuenta las consecuencias que sus actos pueden tener en las zonas rurales, “cuya población está más envejecida y cuyo sistema sanitario no tiene capacidad para atender a tanta gente”. Ticó también lamentó que la conselleria de Interior no haya cerrado los accesos a las comarcas del Pirineo al mismo tiempo que aseguró que “denunciaremos a estas personas, ya que ya les pedimos por carta que no vinieran mientras durara la alerta sanitaria y que respetaran el confinamiento”.

En la misma línea se expresó el alcalde de Sant Llorenç de Morunys (Solsonès), Francesc Riu, que aseguró que “muchos comerciantes nos han avisado del aumento del flujo de foráneos, por lo que hemos contabilizado todas las viviendas que hasta ayer estaban vacías para poder denunciar a los que decidan ocuparlas sin un motivo de fuerza mayor”. “Los vecinos están preocupados”, señaló.

También en la Val d’Aran se ha detectado un aumento general en la ocupación de las segundas residencias. “Por el momento no hay un alud de visitantes como en otros años, pero parece que los controles no están funcionando como deberían”, explicó el alcalde de Vielha, Juan Antonio Serrano, que remarcó que “la mayoría de los recién llegados son de otras zonas de Catalunya, ya que ni vascos ni franceses pueden pasar por la frontera y los madrileños lo tienen aún más difícil”.

En cuanto a la Cerdanya leridana, el alcalde de Bellver de Cerdanya, Xavier Porta, explicó que en las calles del municipio “hay más gente de la habitual y no todos son vecinos con residencia fija” y en este sentido lamentó la falta de policía para “erradicar de raíz este incivismo”. “Con esta actitud ponen en peligro tanto sus vidas como las de los residentes habituales”, concluyó.