Cachou murió tras el ataque de otro oso y sufrir una caída de 40 metros

El oso Cachou, hallado muerto la semana pasada en el municipio de Les, sufrió el ataque de otro plantígrado y cayó por una pendiente de cuarenta metros. Estas son conclusiones preliminares de la necropsia que le ha practicado el servicio de Ecopatología de Fauna de la UAB. Las dio a conocer ayer el Conseh Generau d’Aran, que apuntó que las pruebas proseguirán en las próximas semanas para descartar otras posibles causas de la muerte y establecer conclusiones definitivas.

La pendiente por la que rodó Cachou al caer, en terrenos abruptos y de difícil acceso, fue inspeccionada al encontrar el cadáver. Personal del Conselh Generau acudió al lugar al constatar que la señal del collar GPS que el oso llevaba consigo había dejado de mostrar desplazamientos, tras salir del letargo del periodo de hibernación. Por su parte, la necropsia posterior reveló heridas sufridas antes de la muerte del animal. Se trataba de perforaciones con hemorragias en la parte izquierda de la cabeza, cerca de la oreja y el cuello. Al ser Cachou un oso adulto, “se deduce que solo otro oso podría causarle estas lesiones”, explicó el Conselh Generau.

Nada se sabe del oso que provocó las heridas a Cachou, salvo que no fue Goiat. Este ejemplar también lleva un collar GPS, que le sitúa desde hace días en suelo francés, lejos de la Val. El personal del Conselh recogió muestras de excrementos allí donde halló el cadáver, por si análisis de ADN contribuyen a determinar de qué ejemplar se trata. El examen del cuerpo no reveló grandes lesiones ni tampoco alteraciones en órganos vitales. Nuevas pruebas en próximas semanas deberán descartar infecciones o intoxicaciones, entre otros factores.

Una población de medio centenar a la espera de los nuevos oseznos La población de osos en el Pirineo se estimaba en alrededor de medio centenar de ejemplares el año pasado, una cifra que aumentará con toda probabilidad en los próximos meses, a medida que los oseznos nacidos el pasado invierno salgan de las oseras con sus madres. Aunque ha habido muchos nacimientos en los últimos años, el censo no ha crecido al mismo ritmo, ya que los plantígrados tienen también una alta mortalidad. Cachou es el primer ejemplar muerto que se conoce este año.