La línea de la costa reabre tras seis meses con trenes casi vacíos por la alerta sanitaria

Los trenes volvieron a circular ayer por la línea ferroviaria de la costa (R-13 y R-14), que comunica de nuevo Lleida con Tarragona y Barcelona tras medio año en obras. Este ha sido el tiempo necesario para reparar los graves daños que provocaron las inundaciones del pasado mes de octubre en las vías a su paso por el Segrià y Les Garrigues. También se restableció la circulación en la línea de Manresa (R-12), clausurada durante la última semana en el marco de medidas de prevención ante el coronavirus. En ambas líneas circularon la mitad de los convoyes programados, tal como sucede en toda España para limitar la movilidad durante el estado de alarma.

Los trenes circularon casi vacíos en esta primera jornada en las dos líneas de cercanías a Barcelona. Apenas 25 circularon por la de Manresa, y solo una veintena en la de la costa, según fuentes de Renfe. Comercios y establecimientos que siguen cerrados, teletrabajo, y las exigencias de confinamiento a la población, pese a que se han suavizado para permitir la reapertura de empresas, explican en gran medida el escaso número de viajeros.

El hecho de que las dos líneas de trenes de cercanías a Barcelona sumaran menos de medio centenar de pasajeros hizo que no hubiera problema alguno para mantener las distancias de seguridad para evitar contagios, una exigencia que obliga a reducir el aforo máximo de los trenes. Algunos de los viajeros subieron al tren con mascarillas.

El primer trayecto de la jornada en la línea de la costa se hizo todavía en bus hasta L’Espluga de Francolí para tomar allí el tren, tal como ha sucedido en los últimos seis meses. Esto se debió a que el convoy no estaba aún en la estación de Lleida. El trayecto de Barcelona a la capital del Segrià se hizo íntegramente en tren y, a partir de entonces, se restableció el servicio.