Endesa pone en marcha un centro de control de emergencia para vigilar 63 centrales

La compañía eléctrica Endesa ha habilitado un centro de control en Lleida destinado únicamente a emergencias para garantizar la vigilancia de las 63 centrales hidroeléctricas que la empresa tiene entre la cuenca del Ebro (prácticamente todas en Lleida) y las cuencas internas de Catalunya (nueve en total). Habitualmente este tipo de control se lleva a cabo en el centro de Magraners, donde trabajan un centenar de personas. Pero la eléctrica tiene otra sede en Lleida, cuya ubicación no es pública por motivos de seguridad, y que por lo general se abre solo una vez por semana en una operación de prueba de una hora, con la excepción en los casos de simulacro o de situaciones de emergencia. La pandemia ha obligado a la empresa a redistrubir a la plantilla de modo que casi todos los empleados del centro de Magraners trabajan desde sus domicilios y los 12 que están al frente de los centros de control se turnan las 24 horas del día todos los días y se reparten entre las dos sedes. El objetivo es que no coincidan para evitar riesgos de contagio, según explicó Ángel García, responsable del centro de control de la unidad de producción hidráulica de Endesa en Catalunya. García señaló también que la demanda de electricidad ha bajado en las últimas semanas a mínimos históricos por el parón de la actividad, que se ha retomado parcialmente esta semana. Sin embargo, la previsión de que el deshielo sea intenso en los próximos días por la subida de las temperaturas y dispare el caudal de los ríos ha llevado a la eléctrica a incrementar el funcionamiento de las centrales de modo que se habilita espacio en los pantanos para la llegada de más agua. Las reservas de nieve son aún elevadas. De hecho, está previsto que hoy el pantano de Flix desembalse 800 metros cúbicos por segundo.