Más vigilancia para evitar robos en segundas residencias del Pirineo

El Pirineo leridano es una de las zonas de más extensión y dispersión de la población de Catalunya. Para garantizar la seguridad y evitar los desplazamientos prohibidos, los Mossos d’Esquadra ha incrementado los controles en la principales carreteras de acceso, como son la N-230, la C-13, la C-14 o la N-260. También ha aumentado la vigilancia en zonas en las que hay segundas residencias, principalmente en la Val d’Aran y la Cerdanya. “En los controles de carretera paramos a todos los vehículos, con lo que detectamos todos aquellos desplazamientos prohibidos, pero también tienen un efecto disuasorio para aquellas personas que quieren delinquir”, explica Josep Chacón, inspector de los Mossos y subjefe de la Región Policial Pirineo Occcidental, que añade que “el incremento de la vigilancia y la menor movilidad han hecho disminuir los delitos en un 70% respecto al mismo periodo del año anterior”. El inspector pone como ejemplo “los hurtos que se denuncian en las estaciones de esquí, al estar cerradas han caído en picado”. Durante este periodo, los Mossos han levantado 1.400 actas en el Pirineo leridano por saltarse el confinamiento. También se ha producido un elevado descenso de los accidentes de tráfico. “Los pocos que han habido ha sido por la irrupción de animales”, comenta el inspector. La policía catalana también está muy pendiente de las víctimas de violencia machista. Chacón recuerda que “hacemos seguimiento de todos los casos”. Otras de las tareas que hacen estos días los Mossos es el apoyo a las autoridades sanitarias para el traslado del material que precisen. En cuanto al brote que hubo en la comisaría de La Seu, el inspector Chacón asegura que “la mayoría de agentes ha vuelto al servicio que, por otra parte, nunca se ha visto afectado”.