CARRETERAS OBRAS
El Govern inspecciona la red viaria del Pirineo por el riesgo de aludes de tierra
La conselleria de Territorio y Sostenibilidad lleva a cabo inspecciones de vigilancia en las carreteras del Pirineo después del intenso periodo de lluvias cada 24 o 48 horas para comprobar la estabilidad de las laderas, que ya han registrado desprendimientos este año, aunque sin causar heridos. Más allá de la red viaria catalana, ayer se registró un fuerte alud de tierra y rocas en la carretera A-1605, que enlaza la N-230 y la N-260 con Bonansa y Graus. El intenso alud cortó la carretera en los dos sentidos de la marcha y el Gobierno aragonés trabajaba ayer para reabrir la vía en unas horas. En cuanto a las carreteras catalanas, ayer se registró también un alud en la C-13 a la altura de Llavorsí en el punto donde la Generalitat desarrolla las obras de consolidación de la ladera. En este caso, fue una operación de saneamiento de las rocas y el tramo de la C-13 afectado estaba cortado en ese momento, lo que provocó algunas colas de vehículos. Estas obras se retomaron la semana pasada después de unos días paradas coincidiendo con el estado de alarma por coronavirus pero la Generalitat las emprendió de nuevo al considerarlas urgentes. En los últimos meses, los principales ejes del Pirineo han sufrido cortes de vía a causa de aludes de tierra y rocas.