Las casas rurales de Lleida piden flexibilizar los límites del desconfinamiento para poder recibir clientes de Barcelona

La Federación de Casas Rurales de Lleida asegura que cuando se entre a la fase 1 del desconfinamiento no abrirán porque no les servirá de nada, ya que más del 90% de la clientela es del área metropolitana de Barcelona. El presidente de los asociados, Jaume Ramon, ha dicho que ya han pedido a la Administración –y este jueves lo volverán a hacer a la consellera Chacón en una reunión telemática– que se flexibilice la limitación por regiones sanitarias porque sino tendrán que dar por perdidos mayo y prácticamente todo junio. Ramon ha defendido que el de las casas rurales será uno de los destinos más seguros para cuando se empiece a relajar la crisis de la covid-19, ya que el entorno "poco masificado y natural" hace que "el virus lo tenga peludo" para proliferar.

Jaume Ramon, propietario de la casa rural La Torre del Codina, en el Talladell (Tàrrega), ha explicado que a causa del coronavirus el sector ya ha perdido la ocupación de Semana Santa y las primeras semanas de primavera. A pesar de la entrada en la fase 1 del desconfinamiento la semana que viene de momento el Alt Pirineu y Aran, que les permitiría reabrir, apunta que eso no les servirá de nada porque la mayoría de clientes son de fuera de la demarcación. Eso, ha añadido Ramon, los obligará a estar cerrados hasta el 22 de junio como mínimo, por lo tanto considera que sufrirán un "perjuicio elevado" porque todavía queda todo el mes de mayo.

Ramon ha asegurado que ya han expuesto este malestar a la Administración y este jueves pedirán a la consellera Àngels Chacón en una reunión telemática con el sector, la posibilidad de flexibilizar esta situación porque hasta Sant Joan tienen todas las reservas canceladas.

Según Ramon, cuando pase esta crisis, las casas de turismo rural tendrán una demanda importante, para el verano y la próxima temporada. Asegura que el hecho de ser un destino no masificado y natural, con poca población comparado con Barcelona, les permite situarse como una zona con garantías de seguridad para los clientes ante el virus. En este sentido, señala que en una casa rural, los clientes, sean familias enteras o grupos de amigos de "confianza" se pueden confinar y por lo tanto estar aislados de la covid-19 y los contagios.

Los protocolos de seguridad que definirán con exactitud cómo tendrá que ser la reapertura de las casas rurales todavía se tienen que definir pero Ramon explica que la mayoría de propietarios ya han hecho los deberes dejando las casas en perfecto estado de limpieza y desinfección para que los clientes las puedan disfrutar y "desconectar de la situación de estos últimos meses".

En la Federación de Casas Rurales de Lleida hay asociadas unas 200 casas pero entre Ponent y el Alt Pirineu y Aran hay unas 400. Eso hace que la cifra de plazas de alojamiento de esta tipología de alojamiento en la demarcación sea de unas 4.000.