Un alud de rocas deja dos pueblos del Sobirà aislados

Un desprendimiento de piedras y tierra en la Guingueta d’Àneu dejó ayer por la tarde a una veintena de vecinos de los núcleos de Burgo y Llavorre aislados. El alud se produjo alrededor de las seis de la tarde cortando totalmente el acceso a estos dos pueblos del Sobirà. El alcalde de La Guingueta d’Àneu, Jordi Pallé, señaló que en los últimos días se han ido sucediendo pequeños desprendimientos en el municipio, “aunque no tan importantes, que hemos podido gestionar desde el ayuntamiento”. Sin embargo, ayer cayeron encima de la calzada alrededor de 70 metros cúbicos de grandes piedras y rocas que se descalzaron de una de las laderas del trazado de la vía. “Una cantidad de rocas que será muy difícil de gestionar desde el ayuntamiento o el consell del Sobirà, y deberemos pedir ayudas a otras administraciones”, dijo. El gran volumen de piedras imposibilitó ayer abrir paso en la carretera, pero los trabajos se retomarán hoy “para garantizar el paso de vehículos en caso de emergencia”, explicó Pallé. Explicó que en el pueblo de Burgo viven siete personas y una quincena más en Llavorre, la mayoría de ellos son personas mayores y “es imprescindible abrir paso para atender cualquier emergencia”, dijo.

Pallé señaló que también existe un peligro importante en las piedras que han quedado en la ladera, lo que obligará a estabilizar y consolidar el talud que hay en este tramo de carretera de alta montaña.

La lluvia abundante de esta última semana habría provocado el desprendimiento de las rocas. “Más que un alud es como si las piedras se hubiesen desprendido en bloque de esta parte de la ladera”, dijo. En zonas de montaña tras episodios de lluvia intensa el interior de las laderas está bastante fracturado y cualquier dilatación puede provocar la rotura de las rocas y los consecuentes desprendimientos.