ESNOTICIA
Los pueblos convierten las terrazas en los primeros puntos de encuentro
En algunos son ahora los únicos espacios de reunión || Algunos bares no pueden abrir aún al no tener zona exterior y esperarán a la fase 2 de desconfinamiento
Para algunos de los pueblos más pequeños del llano de Lleida, entrar en la fase uno de desconfinamiento ha significado recuperar un importante espacio de reunión, y en algunos casos el único: el bar. Las tertulias han vuelto con la apertura de las terrazas y sus responsables las han abierto incluso sabiendo que les será dificil cubrir gastos con solo el 50% de su aforo al aire libre.
“Hacemos una función social, la gente lo echaba de menos y teníamos ganas de volver a socializar con nuestro trabajo”, afirmó ayer Sebastià Mata, al frente del bar Centro de Maldà. En las mesas, Xavier, Pilar, Boti y dos amigos llamados Ramon toman café. “El bar es nuestro punto de reunión, aquí no tenemos otra cosa”, explican. En Sant Martí de Maldà hay dos bares: Ca la Maria, que abre solo de 8.00 a 10.00; y El Foment, que hace jornada intensiva de 7.00 a 15.00 hotas. En este último, Robert, Josep Maria y Quim se mostraban satisfechos de volver: “Lo echábamos de menos, ahora podemos conversar”.
En Granyena de Les Garrigues, los vecinos no pueden ir aún al bar municipal, en un primer piso sin terraza. El alcalde, Francesc Esquerda, explicó que prevén abrirlo al llegar a la fase 2, cuando podrán usar el interior del inmueble. En Algerri el local de jubilados sigue cerrado y las opciones para los vecinos más mayores se reducen a bares. El alcalde, Miquel Plensa, explicó que la gente mayor opta más bien por pasear y las terrazas acogen al resto de la población.
En el extremo opuesto, las capitales leridanas reúnen a decenas de personas en terrazas que llegan a superar los dos mil metros cuadrados.