INFRAESTRUCTURAS CARRETERAS
El Gobierno inicia la reforma de la A-2 y cortará una calzada el día 1
El tramo entre Torrefarrera y Corbins y las obras durarán seis semanas || Es la primera fase de un proyecto de 7,6 millones que afectará a 15 km de autovía
El Estado empezará el próximo 1 de junio la esperada reforma del firme de la A-2 entre Torrefarrera y Els Alamús, actualmente con numerosos baches y grietas. En concreto, el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana abordará las obras en el tramo comprendido entre esta primera localidad y Corbins en dirección Barcelona, lo que comportará el cierre de los dos carriles que van en este sentido durante seis semanas, que es lo que se prevé que duren estos trabajos.
De este modo, el tráfico se concentrará en la calzada opuesta, que será bidireccional mientras duren las obras, según explicó ayer el subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín. Mientras, la noche del miércoles 27 al jueves 28 y la del jueves 28 al viernes 29 se llevarán a cabo trabajos previos que también comportarán desvíos de tráfico entre las 22.00 y las 06.00 horas.
También habrá restricciones al paso de los transportes especiales en el tramo afectado por las obras, que quedará limitado a vehículos con una anchura máxima de 3,5 metros entre los lunes a las 07.00 horas y los viernes a las 13.00 horas.
Esta es la primera fase del proyecto, que se adjudicó por 7,6 millones de euros a la empresa Becsa y que tiene como objetivo rehacer el firme de 15 kilómetros de autovía en el tramo de la variante de Lleida. El conjunto de los trabajos tienen una duración prevista de 20 meses y se mejorará el pavimento de la calzada, los accesos y los carriles laterales.
El mal estado de la calzada de la autovía A-2 ha provocado numerosas quejas de ayuntamientos y consells comarcales, que desde hace años reivindican la mejora de esta carretera, que es uno de los principales ejes de comunicación de las comarcas del llano de Lleida (ver desglose).
Un tramo con 40.000 coches al día El tramo de la autovía A-2 entre Torrefarrera y Els Alamús en el que se actuará es uno de los que registra más tráfico de esta carretera, con unos 40.000 vehículos al día, de los que más de 10.000 son camiones. De hecho, el deterioro provocó que los consells del Pla, Urgell y Segarra, así como varios ayuntamientos de Lleida aprobaran el año pasado mociones para pedir mejoras en la seguridad viaria de la A-2. Asimismo, los alcaldes del Pla firmaron a finales de septiembre un manifiesto para exigir la reforma de la autovía. De hecho, el año pasado se contabilizaron al menos 5 víctimas mortales por accidentes en la A-2, el doble de la media anual de la última década.