Joan Talarn: «Hemos cambiado la relación con el territorio»

¿Qué ha marcado este primer año de mandato?

Por una parte, los cambios en la Diputación desde el punto de vista de la relación con el territorio y la gobernanza republicana. Ahora la Diputación va al territorio. Dijimos que cambiaríamos la forma en que los municipios obtendrían su financiación y se ha demostrado que ha sido así. Por otra parte, ha estado marcado por los desastres naturales y el de la pandemia, que determina mucho las decisiones que se van tomando. También en positivo: hemos sido más diligentes aún en las ayudas a los municipios y hemos aprendido a trabajar de forma telemática.

¿Cómo ha cambiado la agenda?

Ha cambiado sobre todo por el coronavirus. Hemos incrementado el presupuesto porque hay una crisis de la salud pero después viene la económica. Queremos dar liquidez a los municipios y que estos la den a su vez a los territorios.

¿Qué gasto extra ha supuesto por ahora la Covid-19?

De momento, de gasto directo, 1.435.500 euros entre el hotel Rambla para temporeros, compra de material de protección y tres ecógrafos para el Hospital Arnau, entre otras partidas.

¿Qué esperan de los tres años de mandato que quedan?

No sabemos cuánto durará la crisis, pero tenemos la responsabilidad de despertar económicamente al territorio de nuevo. Los empresarios dicen que en la crisis de 2008 el sector turístico y el del comercio ayudaron a despegar al de la construcción y ahora podría ser al revés. Seguramente podemos mirar de reforzar la construcción para que estire del turismo y el comercio.

¿Cómo puede el patronato de Turismo de la Diputación ayudar al sector?

Ya teníamos previsto un plan de trabajo y habíamos hablado de ello con la vicepresidenta Rosa Pujol. Se ha acabado de definir con la crisis del coronavirus y se presentará en los próximos días. La idea es intentar que la gente se quede en el territorio a descubrirlo y hacer turismo.

¿Qué les piden ayuntamientos y sector económico?

Los ayuntamientos han pedido apoyo, no solo económico sino logístico y quizás incluso para interpretar y entender qué marca la ley. La forma en que el Estado ha encarado la crisis ha dejado la decisión final en algunas materias en manos de los ayuntamientos. Por ejemplo, en las piscinas municipales. En las actuaciones durante las primeras semanas, había que ordenar los decretos y explicarlos. También nos han pedido liquidez y el nuevo plan de subvenciones lo ha logrado: primero damos las subvenciones y después lo justifican. Y las empresas piden que pongamos dinero en juego.

La administración local pide disponer de su tesorería. ¿Cree que la crisis afectará a las finanzas municipales?

Seguro que sí. Los ayuntamientos estamos haciendo muchos esfuerzos, a veces no cobrando algunos impuestos, otras demorándolos. Al Estado le reclamamos más flexibilidad en el uso del remanente y esto ayudaría a paliar la situación. Los ayuntamientos somos los que debemos actuar rápido en una crisis.

¿De cuánto se dispone ahora?

De un 20% del remanente y hay que destinarlo solo a Covid. Pero después vendrá la crisis económica y necesitamos más margen de operación.

¿Qué cree que hay que destacar más de este primer año?

La buena sintonía en el equipo de gobierno (ERC-JxCat). Se ha demostrado la posibilidad de gobernar conjuntamente porque el objetivo es común, que son los municipios, y dejamos las peleas políticas para cuando toquen.

¿Cree que está en juego el PUOSC de la Generalitat?

Creo que la intención es que siga adelante, aunque los plazos están retrasados. Esperamos que no se vea afectado.