Un alud obliga a cortar la renovada N-145 a Andorra

Un desprendimiento de piedras y tierra obligó ayer por la mañana a cortar el túnel de El Bordar, en la carretera N-145, que une La Seu con Andorra, y a dar paso alternativo a lo largo de todo el día por la carretera antigua, que transcurre por el lateral de la infraestructura. El alud tuvo lugar en la boca sur del túnel, a escasos metros de la capital del Alt Urgell, y fue consecuencia de la rotura de la conducción de uno de los riegos que pasan por la zona más próxima a la parte alta de la galería. Operarios de mantenimiento de la carretera trabajaron en la limpieza del material que había caído sobre la calzada. El poco volumen de tráfico en la vía derivado del cierre de la frontera hispanoadorrana de la Farga de Moles hizo que la afectación en la circulación fuera mínima. El Servei Català del Trànsit, por su parte, informó de “retenciones puntuales” en el punto kilométrico 0,5 de esta vía, en el límite entre los municipios de La Seu d’Urgell y Les Valls de Valira. Cabe recordar que el Gobierno español únicamente permite la circulación por la frontera por motivos médicos, de transporte de mercancías, personal diplomático o a los trabajadores transfronterizos para acudir o volver de sus puestos de trabajo.

Los técnicos de mantenimiento de carreteras utilizaron drones para sobrevolar la zona del desprendimiento y asegurar que la causa había sido la rotura de una tubería de agua.

Una carretera reformada por completo en 2013

En julio de 2013 la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, inauguró la remodelación de la N-145, que se retrasó más de dos años. Con la finalización de el túnel de El Bordar de 356 metros, se mejoró el acceso al Principat d’Andorra desde La Seu d’Urgell y se culminó la reforma de los 10 kilómetros de calzada. La obra costó 27,6 millones de euros, un 10% más del presupuesto previsto inicialmente y se alargó dos años más.