FAUNA SALVAJE
Hallan un oso muerto a tiros en Francia en el límite de Aran y Sobirà
En el departamento de l'Ariège, y el gobierno galo denunciará los hechos
El cadáver del oso hallado muerto a tiros en l’Ariège.
El cadáver de un oso muerto a tiros apareció ayer en el Pirineo francés. Lo encontraron en el departamento de l’Ariège, limítrofe con Aran y el Pallars Sobirà, con muestras evidentes de haber recibido disparos. Así lo confirmó por la tarde la ministra de Transición Ecológica de Francia, Elisabeth Borne. A través de las redes sociales, explicó que el ejemplar había sido “abatido por balas” y recordó que se trata de una especie protegida. “Es un acto ilegal y profundamente condenable y el Estado presentará denuncia”, avanzó. También entidades partidarias del oso condenaron los hechos y anunciaron denuncias (ver desglose).
El gobierno francés no ha revelado el lugar exacto donde fue hallado el cadáver, y tampoco han trascendido datos sobre el oso muerto. Esta es la primera vez que se encuentra a un ejemplar abatido por disparos en el Pirineo desde 1997. Un cazador mató ese año a la hembra Melba, uno de los tres primeros ejemplares reintroducidos en el Pirineo junto con Pyros y Giva.
El hallazgo de este oso muerto llega apenas dos meses después de que el cadáver del macho conocido como Cachou apareciera en la Val d’Aran el pasado mes de abril. La investigación sobre las causas de la muerte de este último ejemplar siguen en curso y está bajo secreto de sumario. Entidades ecologistas apuntaron a presuntos indicios de envenenamiento.
Ecologistas lo condenan y piden “reemplazar” al ejemplar fallecido
Entidades ecologistas a ambos lados de la frontera condenaron la muerte a tiros del oso. En Lleida, Ipcena mostró su repulsa por “este acto cobarde y claramente delictivo hacia la fauna”, e instó a encontrar a la persona o personas responsables. En Francia, Pays de l’Ours-Adet, que reúne a municipios y asociaciones favorables a la reintroducción del oso en el Pirineo, anunció que también denunciará la muerte del plantígrado e instó al Gobierno francés a liberar otro ejemplar para sustituirlo. “No hacerlo equivaldría a darle la razón al furtivo”, afirmó.
