La ciberdelincuencia se dispara un 85% en tres años

Los delitos cometidos a través de la red son uno de los principales caballos de batalla de las fuerzas y cuerpos de seguridad, por su proliferación, por el elevado número de víctimas que aún no denuncian y por la dificultad en algunos casos de “pillar” a los delincuentes. Según el último balance del ministerio del Interior, la ciberdelincuencia se ha disparado un 85% en los últimos tres años en la provincia de Lleida, sobre todo en cuanto a estafas bancarias se refiere. Estos datos apuntan a que el año pasado se denunciaron ante los cuerpos de seguridad un total de 2.641 delitos en la red frente a los 1.424 de 2016. Más de nueve de cada diez denuncias por cibercriminalidad corresponden a fraude informático, la mayoría por estafas bancarias, con un total de 2.491 hechos conocidos durante el pasado ejercicio, lo que supone casi un 95% más que en 2016.

La red también ha experimentado un mayor uso para cometer acoso o delitos sexuales, con 11 denuncias en 2019 cuando tres años antes solo se registró una. En este sentido, durante el año pasado se registraron dos casos de uso de la tecnología con fines sexuales para contactar con menores de 16 años. También han aumentado los casos de amenazas y coacciones, con 52 denuncias el año pasado en las comarcas leridanas. Según Interior, se contabilizaron 43 denuncias por descubrimiento y revelación de secretos y otras 62 por acceso e interceptación ilícita de datos personales.

Asimismo, durante el año pasado los diferentes cuerpos policiales llevaron a cabo un total de 34 detenciones e investigaciones por cibercriminalidad, según el balance de Interior en la provincia de Lleida. De estas, 19 fueron por fraude informático y seis, por delitos sexuales. En un caso, el detenido fue un menor de edad. En cuanto a las víctimas, la mayoría fueron por estafas bancarias por internet. Por edades, 57 de las victimizaciones contabilizadas fueron a menores de edad, 19 de ellas por delitos sexuales, y otras 176 correspondían a personas mayores de 65 años, sobre todo por fraude. Durante el confinamiento, las denuncias por estafa han caído pero no los delitos, sobre todo con una mayor presencia en las redes al no poder salir de casa.