Castellnou y Golmés abren sus piscinas el sábado y Linyola lo retrasa a agosto

Golmés y Castell-nou de Seana son los primeros municipios del Pla que abrirán las piscinas de verano el sábado. En Linyola no prevén abrir el recinto hasta agosto o cuando las medidas por la Covid impliquen restricciones menos estrictas. Según su alcalde, Àlex Mases, la decisión se ha tomado “por prudencia” y se ha consensuado entre los concejales y el personal sanitario local. Golmés limitará el acceso a 130 personas. Las piscinas se dividirán en sectores y cada usuario podrá acceder a solo uno de ellos por un tiempo limitado. Mollerussa todavía no tiene fecha aunque prevé hacerlo a finales de mes, ya que está ultimando el sistema de control del aforo, que estará limitado a unas 277 personas (un 30% del aforo). La mayoría de municipios sólo aceptan abonos y cada uno está diseñando su sistema de control del aforo y medidas de seguridad.

Fondarella prevé iniciar temporada el 22 de junio y vecinos y residentes tendrán prioridad a la hora de adquirir los abonos, que se ponen hoy a la venta en las oficinas del consistorio. El resto de visitantes podrán adquirirlas a finales de mes online. El Poal estudia abrir piscinas entre el 24 al 26 de junio y los fines de semana se marcarán franjas horarias. Bellvís quiere hacerlo el 27. En Bell-lloc, la intención es empezar entre el 3 y 4 de julio, las mañanas entre semana se reservarán a los participantes de los talleres de verano y los abonos se pueden solicitar hasta el 25 de junio. Vilanova y Sidamon quieren abrir el día 1, el mismo día que El Palau, que habilitará una nueva aplicación para reservas y control del aforo, y Vila-sana. Torregrossa también lo hará a principios de mes. Barbens estudia llevar a cabo una consulta online entre sus vecinos para que ellos decidan si este equipamiento debe abrir o cuándo e Ivars aún estudia la mejor opción.