SOCIEDAD
Los incendios de sexta generación
Una nueva pandemia mundial que amenaza los bosques catalanes
Más rápidos, imprevisibles y devastadores. Los nuevos megaincendios o incendios de sexta generación se han convertido ya en una amenaza global y están en el punto de mira de la comunidad científica y de los equipos de extinción. Los Bomberos de la Generalitat son un referente mundial en la materia a raíz de las lecciones aprendidas en el fuego de Horta de Sant Joan en el 2009. "Hacen falta paisajes sanos y un mundo rural vivo, no un decorado para ir a pasar el fin de semana", reivindica Marc Castellnou, inspector de los Bomberos y jefe de los GRAF. Castellnou, junto con Josep Pallàs, bombero superviviente del incendio de Horta, y Jaume Costa, padre de uno de los cinco bomberos muertos, son los impulsores ideológicos del documental 'La amenaza incandescente' que se emitirá el martes en TV3.
En Horta de Sant Joan el escenario del incendio cambió hasta cinco veces en un margen corto de tiempo. Entonces los Bomberos ya intuyeron que los operativos se enfrentarían a incendios que la ciencia no explica y que no tienen capacidad de modelizar. Un nuevo escenario que tiene su origen en la expansión de una masa forestal continua a raíz del despoblamiento y el abandono rural, y sobre el cual impacta ahora el cambio climático.
Los incendios se aprovechan de una atmósfera que está más caliente y liberan tanta energía que son capaces de modificar las condiciones atmosféricas de su entorno hasta generar "tormentas de fuego". Cogen una velocidad inusual que supera la velocidad de movimiento y la capacidad de extinción, haciéndolos inalcanzables para los operativos. Los últimos años han llegado cerca de grandes ciudades y se han cobrado decenas de vidas humanas. "Lo hemos visto en California, en Grecia, en Portugal, Sudáfrica o en Australia. Es un momento crítico", apunta al inspector Marc Castellnou.
Además, si durante años el objetivo fue apagar los fuegos con el menor terreno quemado posible, los megaincendios han obligado los operativos a cambiar de táctica y de estrategia. Ahora se valora el coste de oportunidad: asumir que habrá que sacrificar centenares o miles de hectáreas para salvar otras. Los Bomberos de la Generalitat se han convertido en un referente en la respuesta a los incendios del cambio climático, que arrasan paisajes y hacen desaparecer ecosistemas enteros.
En invierno en Australia se aplicaron modelos hechos por bomberos catalanes y el año pasado también colaboraron con los fuegos que afectaron a las selvas de Bolivia. El cuerpo hace un seguimiento permanente para ampliar conocimientos.
La gestión del territorio
El jefe de los GRAF reclama un compromiso a la sociedad para mantener el territorio "vivo", y no como un simple "decorado" donde pasar el fin de semana. También, mucha más gestión del paisaje. "Hay que tener un mundo rural vivo y una economía circular en el territorio. Hace falta un paisaje mosaico, ecosistemas maduros y diversos," señala. En definitiva, planificar qué país se quiere.
Castellnou insiste en que estos fuegos no se detendrán sólo con la extinción, sino con "paisajes sanos y adaptados al cambio climático". En este sentido, recuerda que el incendio de hace un año en la Ribera de Ebro, el Segrià y les Garrigues hubiera tenido unas proporciones mucho más importantes si no lo hubieran frenado los campos agrícolas. Las llamas quemaron 5.000 hectáreas, pero el potencial del incendio era de 20.000. El inspector insiste que, cuando nacieron los bosques, lo hicieron en otro clima.
Ahora, dice, las llamas se ensañan con las zonas más debilitadas por el cambio climático. Los Pirineos o la Selva Negra podrían quemar enteros. "Hay que perder la idea que tenemos de querer protegerlo todo para siempre. Catalunya es tierra de fuego y los incendios están aquí, tenemos que entenderlos", añade el bombero Josep Pallàs, superviviente del incendio de Horta.
"Los cuerpos de extinción han llegado al límite y no pueden continuar con las tareas habituales de extinción. Hace falta una implicación de la sociedad". Es la reflexión de Jaume Costa, padre de Pau Costa, uno de los cinco bomberos del GRAF Lleida que murieron en el atrapament del incendio de Horta. "Estos incendios han venido para quedarse y la sociedad tiene que entender que se tiene que preparar", añade Costa. En Catalunya, este año los Bomberos prevén una campaña atípica.
La primavera ha sido de las más húmedas que se recuerdan, pero también de las más cálidas. "Afrontamos una campaña invernadero: tenemos agua y tenemos calor abundantes", explica Castellnou. El problema es que la carga de vegetación es muy elevada y, a diferencia de años más secos, el peligro de incendio se mantendrá hasta que toda esta vegetación no se seque.
El documental
Marc Castellnou, junto con Josep Pallàs y Jaume Costa, son los ideólogos de 'La amenaza incandescente', un documental dirigido por Carles Caparrós, con guion de la misma Caparrosa y del periodista Josep Maria Flores, que relata, como el cambio climático ha convertido los grandes incendios forestales en una grave amenaza para el planeta.
El documental es una producción de TV3 a cargo de Aigua Films con la colaboración de Taempus Media y el apoyo de la Fundación Pau Costa. El trabajo se emitirá en el programa 'Sense ficció' de TV3 el próximo martes. Acto seguido también se emitirá 'El gran silencio', el documental sobre el incendio de Horta de Sant Joan, realizado por el mismo equipo, que se estrenó en el 2015.