Municipios de Lleida, a la greña por el cierre de piscinas este verano por el coronavirus

Vecinos de pueblos de Lleida han mostrado su indignación los últimos días por el cierre de las piscinas este verano debido a las medidas que se deben aplicarse por el coronavirus (ver claves). Tras la manifestación que se convocó en Torà a principios de mes para protestar contra la decisión de no abrir las instalaciones, ayer estaba prevista otra concentración en Sant Ramon por el mismo motivo, aunque al final se desconvocó. Asimismo, vecinos de Sarroca de Lleida apoyados por la oposición (Independents per Sarroca-CP) protestaron por el cierre de las piscinas y aseguraron que “es lo mejor que tenemos en verano”. La alcaldesa, Maria Teresa Cullerés (JxCat), explicó que es una decisión “que nos ha costado mucho” y que se tomó por “la salud de los vecinos y el sobrecoste” que suponen las medidas de prevención. Cullerés apuntó que el ayuntamiento dijo que si se llegaba a 200 abonos vendidos se abrirían, pero finalmente “no se llegó ni a la mitad”. Los vecinos apuntaron hubo peticiones de abonos fuera de plazo y no se atendieron. También señalaron que la regulación sectorial permitirá próximamente que se flexibilicen las medidas de prevención, lo que haría “que más vecinos estén interesados en comprar abonos”. Además de Sarroca, municipios como Granyena de Segarra, Ribera d’Ondara, Massoteres, Tornabous o La Fuliola tampoco abrirán sus piscinas.

La complejidad de la situación no acaba ahí: otros municipios han tomado medidas para evitar que vecinos de otras localidades usen sus instalaciones, lo que también ha causado molestias. Por ejemplo, en Vila-sana solo podrán comprar el abono los empadronados, residentes, vecinos de segundas residencias o aquellos que tengan un familiar de segundo o tercer grado en la población. El alcalde, Joan Sangrà, explicó que el objetivo es que “cada uno se quede en su municipio”. Miralcamp ha tomado la misma decisión, según un bando publicado ayer mismo. A la vez, Sidamon ha establecido que los vecinos pagarán 20 euros por el abono, mientras que los foráneos deberán pagar 300 euros. La alcaldesa, Dolors Tella, explicó que las personas con familia o segunda residencia en Sidamon también se podrán beneficiar del precio reducido. Tella apuntó que se han vendido unos 200 abonos y que esta decisión se tomó porque “queríamos evitar que viniera gente sin vínculo con el municipio”.

Sidamon plantea hacer pagar 300 euros por el abono a personas “sin vínculo” con la localidad

La orden que publicó el Gobierno central para regular la fase 2 de la desescalada durante el estado de alarma estableció que “se podrá proceder a la apertura de las piscinas recreativas, quedando permitido el acceso a las mismas por parte de cualquier persona”.