Siete crías de oso aumentan la población del Pirineo pese a la muerte de dos ejemplares

Al menos siete nuevos oseznos hacen que la población de osos siga creciendo en el Pirineo, a pesar de la muerte en los últimos tres meses de dos ejemplares adultos. Así lo anunció esta semana la asociación francesa Pays de l’Ours, que reúne a ayuntamientos y entidades favorables a la reintroducción de esta especie; mientras que fuentes próximas al seguimiento del oso en Lleida corroboraron estos datos. Se trata de las crías de cuatro hembras avistadas desde la pasada primavera, y cabe la posibilidad de que se detecten más nacimientos a lo largo del verano.

Una de las osas fue avistada el pasado mes de mayo en la zona de la Ariège con tres oseznos nacidos el pasado invierno. También ha habido avistamientos de hembras con uno o dos ejemplares, todas ellas en territorio francés. El año pasado se registraron una decena de nacimientos, una cifra que no se alcanzaba desde 2016 y que es resultado del paulatino aumento de la población de osos.

Si el censo se estimaba en un mínimo de 52 ejemplares en el Pirineo el pasado mes de abril, las siete nuevas crías y la muerte de Cachou y del ejemplar abatido a tiros este mes en Francia situarían la cifra en 57. Pese a que el número de nacimientos ha ido en aumento en los últimos años, la población pirenaica no ha crecido al mismo ritmo al haber también numerosas bajas.

El caso de Cachou y del ejemplar muerto a tiros están bajo investigación judicial a ambos lados de la frontera, en un momento en que arrecia la confrontación entre defensores del oso y contrarios a su presencia en el Pirineo (ver desglose). Asimismo, este año se ha declarado muerta a la hembra conocida como Hvala y otros cinco ejemplares, tras más de dos años sin rastro de ellos. Del mismo modo, el macho Pyros fue declarado muerto el año pasado.

Investigaciones en España y Francia y una recompensa polémica La investigación judicial sobre la muerte del oso Cachou el pasado mes de abril está bajo secreto de sumario y el Gobierno francés pide conocer los resultados de la autopsia, después de que entidades ecologistas apuntasen a un posible envenenamiento. En Francia, la investigación para encontrar a la persona o personas que mataron a un ejemplar a tiros en Ustou, cerca de la frontera con el Pallars Sobirà, tiene un factor inédito: la ONG ecologista Sea Shepherd ha ofrecido una recompensa a quien facilite información que conduzca al autor o autores de los hechos. La cuantía que ofrece la entidad ha ido en aumento y ayer alcanzó los 50.000 euros. Este proceder ha indignado a los contrarios al oso, al considerar que incita a la “delación”, y han empezado a reunir su propio fondo para defender a posibles acusados por la muerte del oso. También algunas entidades ecologistas se han desmarcado de esta iniciativa.