TERRITORIO FUEGO DEVASTADOR
Sin las ayudas prometidas tras el fuego
Hace un año, un gran incendio que tardó cuatro días en poder ser controlado calcinó más de 5.000 hectáreas de ocho municipios de pueblos de la Ribera d’Ebre y Ponent. En Lleida, arrasó unas 2.000 hectáreas de Maials, Bovera, Llardecans y La Granadella. Ayer, para conmemorar el primer aniversario, los alcaldes de estos municipios hicieron un acto simbólico que consistió en plantar ocho olivos, uno por cada pueblo, en la ermita del Remei de Flix. También fue un encuentro para reivindicar que lleguen más ayudas económicas y poder ampliar las zonas de riego para poder recuperar las fincas que fueron pasto de las llamas.
El alcalde de Maials y presidente del consell del Segrià, David Masot, lamentó que Agricultura que no hubiera implementado el proyecto para ampliar las zonas de riego y aseguró que “había un compromiso de Agricultura de hacer un proyecto. En este momento, no sabemos cómo está pero no pararemos de pedirlo”. El primer edil de Bovera, Òscar Acero, fue uno de los más contundentes a la hora de criticar las líneas de ayuda. “Vinieron a hacernos muchas promesas que no se han cumplido. Es como un mago que viene a hacer una actuación y lo único que ha vendido ha sido ilusiones. Nosotros queremos nuestro territorio”.
Cabe recordar que el gran incendio afectó a un total de 1.935 hectáreas de 190 propietarios de Maials, Llardecans, Bovera y La Granadella. De esta forma, el fuego causó daños a 75 propietarios de Maials (394 ha), 69 de Llardecans (536 ha), 41 de Bovera (994) y cinco de La Granadella (10,5). Ante la falta de ayudas, se convocaron movilizaciones y, por ejemplo, cortaron varias veces el Eix de l’Ebre para protestar. Por último, Masot afirmó que “deben detenerse proyectos de vertederos de residuos - como el de Riba-roja d’Ebre- e impulsar a otros que apoyen un campesinado sostenible y cuidadosa con el medio ambiente”.