Marc Solsona: «El PDeCAT es la parte central del bloque independentista»

¿En qué situación se encuentra el PDeCAT actualmente después de que alcaldes, concejales y consellers se sumaran a la propuesta de Carles Puigdemont y los presos de hacer un nuevo partido?

Igual que ha habido más de 50 de los 85 alcaldes del llano de Lleida que son del PDeCAT y de JxCat que continuarán en el partido... Nosotros no hemos hecho elegir a nadie y no hemos hecho ningún partido. Ya estábamos antes de que se hiciese JxCat y antes de que alguien inventase la Crida, que quería ser un partido de partidos y solo la gente del PDeCAT le dimos confianza en un principio. El PDeCAT existe, está vivo y es la parte central del que sería el bloque independentista.

¿Hay riesgo de escisión dentro de la cúpula del partido?

Es evidente que si hay un nuevo partido y dirigentes dicen que se irán, habrá escisión, porque el PDeCAT no contempla la doble militancia. Si hacen un nuevo partido y se van a él tienen que darse de baja del PDeCAT.

¿Toda la gente que firme el manifiesto se tiene que dar de baja inmediatamente?

Cuando empiecen a militar en otro partido se tendrán que dar de baja. De hecho, una vez haces el manifiesto ya lo podrías hacer porque no es necesario que nos hagamos trampas al solitario. Tendremos que respetar unos mínimos de unidad estratégica pero en cualquier caso tendremos que mirar de terminar confluyendo, que ha sido la intención del PDeCAT desde siempre como hicimos con JxSí y con JxCat. Después, dejar claro que JxCat es una marca electoral y un partido registrado por el PDeCAT y por mucho que se quiera confundir a la gente de que el nuevo partido será de JxCat no es así y no será.

¿Entonces, ellos no se podrán llamar ‘Junts, per Catalunya’, como titulaban su manifiesto?

Cuando vayan a registrarlo les dirán si pueden. Es evidente que no puede ser. Provoca confusión y no se aceptaría en los registros. Si quieren hacer un partido nuevo, que lo hagan, ningún problema. Tenemos un respeto absoluto al liderazgo del president Puigdemont y a los consellers en la cárcel y en el exilio. Pero también, como todos somos políticos, sabemos que la política también puede comportar discrepancias, pero esto no quiere decir negar al otro sino intentar buscar espacios para definir qué es lo que podemos compartir para sumar. Nosotros queríamos hacerlo en el presente pero tendrá que ser de cara al futuro. El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, tiene los canales abiertos con todos los actores de estos movimientos. Por tanto, nosotros no nos hemos levantado de la mesa, no hemos hecho un partido nuevo y no hemos roto.

¿Aún hay posibilidades de confluir con la Crida?

Nosotros estamos donde estábamos. Ellos han firmado el documento para un nuevo partido. La voluntad nuestra es toda, pero no podemos engañar a la gente. Si uno está en plenas negociaciones y de forma unilateral hace público que hacen un nuevo partido es de buen entendedor que es difícil que se pueda llegar a un acuerdo.

¿Dónde se han encallado las negociaciones?

En el momento en que hemos ido a hablar del fondo de la cuestión y no de los liderazgos, porque el liderazgo del president Puigdemont para mí es incuestionable. Reconocimiento y lealtad a los liderazgos, toda, sumisión a cualquier precio y porque sí, no. En las Terres de Lleida hay más de 50 alcaldes apoyando a la dirección del partido y a las tesis que defendemos, algo más que no solo unas siglas. Curiosamente, gente que ha apoyado el manifiesto del nuevo partido en Lleida también coincide con gente que quizás no consiguió el control del partido hace 2 años.

¿Se plantean ir a las próximas elecciones en solitario?

Si existimos y somos un partido político, para hacer política debes tener representación y tienes que concurrir. En solitario o con quien quiera venir con nosotros. El PDeCAT concurrirá seguramente como JxCat si así lo decide el Consell Nacional. Siempre que las cosas estén como ahora y no haya acuerdos.

¿La mesa de diálogo con el Estado le parece un buen instrumento?

Es un acuerdo de partidos, ERC y PSOE, queriendo involucrar al Govern de la Generalitat. Siempre hemos dicho que estamos por el diálogo y no podemos negar ningún espacio de diálogo. De momento, efectividad cero, voluntad quiero creer que toda. Solo hace falta ver cómo se ha gestionado la crisis sanitaria a nivel español, cómo se han distribuido los recursos públicos del Estado en lo que tocaría de transferencias a las comunidades, que no hemos tenido un trato ni preferente ni bilateral. Por tanto, es un espacio de diálogo que de momento no deja de ser un escaparate o un anuncio, no hay nada de efectivo en este sentido.