Alcaldes del Segrià rechazan el confinamiento domiciliario

Numerosos alcaldes del Segrià se plantaron ayer y rechazaron de plano un confinamiento domiciliario en la comarca como solución para atajar los contagios de coronavirus. Esta es una de las posibilidades que tiene sobre la mesa en el Govern de cara a los próximos días, aunque el viernes la descartara, pero los primeros ediles la ven inviable.

El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo (ERC), pidió al president, Quim Torra, más recursos e intensificar el cribaje, y le expresó la “preocupación” de los ciudadanos ante la posibilidad de un nuevo confinamiento domiciliario, “que supondría la desaparición del 40% de la actividad en la ciudad”. El de Torrefarrera, Jordi Latorre, uno de los líderes del PDeCAT en Lleida, dijo que ha trasladado a miembros del Executiu el grave perjuicio económico y social que supondría y apostó por otras medidas, como un confinamiento parcial o el cierre de actividades de gran concurrencia. El presidente del Consell del Segrià, David Massot, incidió en que causaría un “perjuicio irreparable” y defendió medidas parciales.

Varios alcaldes de JxCat se pronunciaron en el mismo sentido. La de Aitona, Rosa Pujol, opinó que “un confinamiento perimetral del Baix Segre, así como más vigilancia policial, mediadores y sanitarios debería ser suficiente” El de Rosselló, Josep Abad, apuntó que lo mejor sería medidas concretas en municipios con muchos contagios, mientras que el de Almatret, Jordi Tarragó, dijo que “hay que tomar medidas donde haga falta, no en los pueblos que no tenemos positivos, ya que no será bueno para la economía”. También el de Albatàrrec, Jaume Sanuy, rechazó un confinamiento domiciliario porque “puede arruinar definitivamente a la comarca”, y el de Seròs, Josep Antoni Romia, indicó que “hace días que decimos que el Baix Segre y quizá algún barrio de Lleida deben confinarse y que no tiene sentido extender la medida a todo el Segrià”. Por su parte, el de Alcarràs, Manel Ezquerra (Sempre Alcarràs), dijo que otro confinamiento domiciliario “arruinaría la empresa familiar” y apostó por “más vigilancia epidemiológica”. Mientras, el de Vilanova del Segrià, Jordi Figuerol (ERC), señaló que no es necesario en los municipios con pocos contagios.

La unanimidad entre los alcaldes de JxCat y ERC contrasta con las divergencias en el Govern. El president, Quim Torra, y consellers de JxCat son partidarios de medidas más duras, mientras que Esquerra prefiere acciones que no paralicen la economía. De hecho, el cierre perimetral del Segrià habría sido impuesto por Torra. Ayer el conseller El Homrani (ERC)se limitó a señalar en Lleida que “las decisiones se toman según los datos epidemiológicos y en todo momento hemos dicho que no descartamos nada”.