COMARCAS
Satisfacción entre los vecinos de tres municipios del Baix Segre por la apertura con restricciones de las piscinas municipales
Consideran que "no tenía ningún sentido" cerrar un equipamiento "necesario" para soportar los 40 grados de temperatura que se registran fácilmente en verano en el municipio
Los vecinos de Aitona, la Granja de Escarp y Seròs, al Baix Segre, pueden desde este lunes volver a abrir las piscinas municipales con restricciones y tomando las medidas sanitarias necesarias. Así lo pidieron sus alcaldes y el Procicat les dio el visto bueno este domingo por la noche. La alcaldesa de Aitona, Rosa, Pujol, considera que "no tenía ningún sentido" cerrar un equipamiento "necesario" para soportar los 40 grados de temperatura que se registran fácilmente en verano en el municipio.
Por su parte, el alcalde de la Granja d'Escarp, Manel Solé, tampoco entendía que se las hiciera cerrar las piscinas cuando, asegura, "se están siguiendo todas las medidas de seguridad" y cuando "se espera una ola de calor".
Tres de los municipios del Baix Segre a quienes la Generalitat les impuso medidas de confinamiento más estrictas, junto con la ciudad de Lleida, celebran que el Procicat haya dado el visto bueno para abrir las piscinas municipales.
La alcaldesa de Aitona explica que la apertura de las piscinas municipales se ha hecho siguiendo todas las medidas. Recuerda que al entrar hay una zona para desinfectar los zapatos, que los usuarios se lavan las manos con el gel desinfectante y se les toma la temperatura. Además, sólo se puede acceder con abono y los vecinos vienen de manera individual o por grupos familiares. "No hay ningún problema. Además, "como mucho vienen 20 personas al mismo tiempo", asegura. "Estamos a 40 grados, las temperaturas van subiendo y no tenemos que estar 24 horas en casa. Tenemos que saber convivir con el virus y venir a la piscina es necesario", añade.
Opina lo mismo Pere Solé, vecino de Aitona. "Yo personalmente estoy muy contento con que hayan podido volver a abrir las piscinas porque es una actividad que hacemos al aire libre con todas las medidas de seguridad y lo agradecemos porque podemos hacer un poco de deporte".
En Aitona, el socorrista, además, analiza cada hora el cloro de la piscina para que la medida sea la correcta. Por su parte, el alcalde de la Granja d'Escarp ha explicado que el aforo máximo de las piscinas del municipio es de 480 y que han vendido poco más de 200 abonos. "Como mucho se llegaría a la mitad de la capacidad, pero ni eso". Además, recuerda, se toma la temperatura, se cogen los datos de los usuarios para controlar quién entra y quién sale y se utiliza gel hidroalcohólico.
Marina Guardiola, vecina de la Granja d'Escarp, ha explicado en la ACN que "es una gran alegría para todo el pueblo que se hayan abierto las piscinas porque en pleno julio hace mucho calor y estar en casa confinados todo el día es duro". Además, considera que las medidas son adecuadas y que "no hay ningún peligro".