Sorprenden a un positivo por Covid que hacía de 'taxista' en Soses

Los Mossos d’Esquadra sorprendieron la semana pasada a un vecino de Lleida mientras transportaba a dos trabajadores de una empresa de Soses, a pesar de que había dado positivo en coronavirus y debía permanecer aislado. Los hechos se produjeron el pasado jueves cuando pasaban pocos minutos de las ocho de la tarde, en un control preventivo de tráfico que la Policía catalana había montado en la carretera LP-7041. El conductor, originario de Argelia y que estaba de baja laboral tras ser diagnosticado con la Covid-19, transportaba en ese momento a dos vecinos de Lleida que había recogido de la empresa en la que trabajan, una actividad que llevaba a cabo de forma habitual. Ante estos hechos, los agentes levantaron acta e informaron al departamento de Salud del incumplimiento del aislamiento. Y es que, además de eludir el confinamiento domiciliario, el hombre habría mantenido un contacto regular con estos empleados. Asimismo, los Mossos d’Esquadra investigan si estaría ejerciendo de taxista y recibiendo dinero por el servicio de transporte, a pesar de no tener licencia. Los Mossos mantienen algunos controles en los accesos a Lleida ciudad y seis poblaciones del Baix Segre con medidas de movilidad más estrictas, aunque no se ha informado de sanciones a conductores que se salten el confinamiento. En la primera semana del confinamiento perimetral, un millar de conductores tuvieron que regresar a su destino después de intentar pasar por los diferentes controles que estableció la Policía catalana en los accesos a la comarca del Segrià. Si no tenían causa justificada para desplazarse, se les decía que dieran la vuelta.

Un contagiado obligó a confinar a ocho guardias urbanos de Lleida Ocho agentes de la Guardia Urbana de Lleida que intervinieron a finales de junio en la detención de un joven de 21 años, acusado de agredir a un hombre de 35 en la Mariola, tuvieron que permanecer confinados en sus casas porque el arrestado había dado positivo en coronavirus en una prueba PCR hacía menos de tres semanas y, además de golpearles, les escupió. El hombre eludió el confinamiento y el seguimiento médico, lo que también impidió que le realizaran nuevas pruebas.