SERVICIOS COMARCALES
Una línea de bus escolar del Segrià lleva 2 años en litigio
Dos empresas se disputan desde 2018 el contrato del consell || Las dos han conseguido resoluciones que les han dado la razón
Dos empresas de autocares pugnan desde hace dos años por un contrato del consell comarcal del Segrià. Las firmas Morell y Aler se disputan la línea de transporte escolar que abarca Raimat, Sucs, Gimenells, El Pla de la Font y el instituto Canigó de Almacelles, que salió a concurso en 2018 con un presupuesto de de más de 365.000 euros por prestar este servicio durante tres años. Desde entonces, la adjudicación ha sido objeto de varios recursos y resoluciones, a favor de una o de otra. El ente comarcal no pudo precisar ayer qué hará con esta línea a partir el próximo curso escolar.
La primera adjudicación de se saldó en 2018 a favor de Aler por un estrecho margen: obtuvo 75 puntos, frente a los 74,06 de su competidora, Morell. Esta reclamó al consell que verificase si las instalaciones de la adjudicataria se ajustaban a lo que prometía en su oferta. Tras una visita, el consell rebajó la puntuación de Aler a 55.
El consell del Segrià no pudo precisar aún qué hará con esta línea de bus el próximo curso escolar
Morell se adjudicó el contrato y fuentes del consell explicaron que esta empresa ha prestado el servicio de transporte escolar en esta ruta en los últimos cursos. Sin embargo, Aler recurrió la adjudicación. Al año siguiente, en 2019, el Tribunal de Contractes del Sector Públic dictaminó que la revisión de las instalaciones de la empresa a petición de Morell se hizo “al margen del procedimiento estabecido” del concurso, lo que hacía de la adjudicación “un acto viciado de nulidad de pleno derecho”. También un informe de la Comisión Jurídica Asesora (CJA)de la Generalitat se pronunció en contra de la revisión por parte del consell.
Todo ello hizo que el ente comarcal acordase el pasado junio una nueva adjudicación del contrato, esta vez a favor de Aler. Sin embargo, en esta ocasión fue Morell quien recurrió ante el Tribunal de Contractea, alegando que rechazar la adjudicación inicial no significaba otorgar el contrato de forma automática a su competidor. La última resolución de este organismo de la Generalitat, del pasado 29 de julio, les dio la razón y estimó el recurso de Morell.