ESNOTICIA
El turismo Km 0 llena parajes del Pirineo y obliga a limitar el acceso de vehículos
La crisis sanitaria dispara el interés por los destinos naturales y el excursionismo || Establecimientos al completo y el sector apunta que cerrará agosto con tantos visitantes como en 2019 o más
Las ganas de aire libre después del confinamiento y las dificultades para viajar lejos de casa en plena pandemia han hecho subir como la espuma el interés de los turistas por el entorno natural y de proximidad y han disparado el excursionismo y la afluencia de visitantes a parajes de alto valor ecológico. Esta nueva demanda del viajero kilómetro 0 coincide con la oferta turística de Lleida y, especialmente, la del Pirineo, donde el importante volumen de turistas ha obligado a limitar la entrada de vehículos a algunos rincones naturales de las comarcas de montaña. Pocas veces el parking de Beret se ha visto tan lleno de vehículos como ayer en un sábado de agosto. Desde ahí, los visitantes optaban por distintas rutas. Lo mismo ocurre desde hace días en las entradas al Parc Nacional d’Aigüestortes desde Espot y desde Boí. La elevada afluencia de turistas y de vehículos, ha llevado a regular su entrada en espacios de la Val d’Aran, donde el Conselh dijo que mientras haya tantos visitantes se limitará el acceso. En Aigüestortes la afluencia es también masiva en relación a la de otros años. El aparcamiento de Prat de Pierró, en la entrada al parque por Espot, se suele llenar estos días hacia las 11 y los turistas deben aparcar entonces cerca de la central de Espot. El primero reabre hacia las tres de la tarde. El servicio de taxis tampoco para.
Juli Alegre, responsable de Promoción del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, habló ayer de un agosto excepcional, tanto o más incluso que el del año pasado. Lo atribuyó a la coincidencia entre oferta y demanda, en la que predomina este año la escapada kilómetro 0. Justificó la regulación del aparcamiento junto a los parajes para evitar que se desborde en las carreteras de acceso y atribuyó el éxito del turismo de proximidad, también, a la oferta hotelera “segura y familiar” de Lleida, tanto del Pirineo como del llano. Alegre remarcó que el turismo se recuperó tras el confinamiento hacia finales de julio y ahora está en su mejor momento. También las segundas residencias. El presidente de la Federación de Hostelería, Josep Castellarnau, dijo que los hoteles del Pirineo están al 90% y algunos, al completo.
“A partir del 31 de agosto no se sabe qué ocurrirá. Iremos al día” Josep Castellarnau, presidente de los hosteleros de Lleida, señaló ayer que la pandemia impide hacer una predicción segura de cómo irá el resto de la temporada de verano: “A partir del 31 de agosto, iremos al día”, señaló. Habitualmente, la última semana del mes de agosto registra ya una reducción del volumen de turistas. Sin embargo, los empresarios confían en que la temporada se alargue hasta principios de septiembre. “El Pirineo se ve como un destino seguro”, aseguró Castellarnau. El portavoz del patronato de Turismo, Juli Alegre, dijo que el descenso del turismo internacional se ha visto compensado con un repunte del turismo local y “muchos visitantes que redescubren los parajes de Lleida”.