La media veda se amplía a más aves y los cazadores critican el retraso

Los cazadores de la demarcación de Lleida salieron ayer por primera vez esta temporada a cazar codornices, tórtolas y palomas bravías. “La media veda en verdad ha empezado ahora”, destacó Miquel Bargalló, miembro de la territorial en Lleida de la Federació Catalana de Caza. Y es que este año la temporada se estrenó el pasado domingo día 16 aunque de forma atípica, ya que solo se permitió abatir palomas torcaces, estorninos pintos y urracas, en virtud de una normativa impuesta por la UE que ha empezado a aplicar la Generalitat para preservar a las aves migratorias. Bargalló criticó este retraso al considerar que reduce el numero de presas de las especies más apreciadas por los cazadores como las codornices ya que muchos campos ya han sido segados. De esta manera, muchas de estas aves buscan otras zonas donde refugiarse y, además, la maquinaria de la siega también mata a muchos de estos animales, tal y como remarcó Bargalló que, junto a otros cazadores, salieron ayer a primera hora de la mañana para recorrer el término municipal de Bell-lloc. También criticó la norma que, por primera vez, limita la caza de la tórtola a horario de mañana hasta las 12.00 horas.

Hasta ahora, las restricciones a cazar aves se basaban en un límite de capturas por cazador y día. Así, solo podrán capturarse hasta 5 tórtolas por cazador y día, y estará prohibido abatirlas en cotos de la Ribagorça, el Sobirà, el Alt Urgell, la Cerdanya y el Ripollès. Los días hábiles de caza en la media veda de Lleida son los jueves, sábados, domingos y festivos hasta el 13 de septiembre.

La pandemia tiene una escasa incidencia en esta actividad, aunque, según Bargalló “las comidas o cenas en las que nos reuníamos hasta 40 cazadores ya no se podrán llevar a cabo”.