TRIBUNALES JUICIO
Condenan a 10 jóvenes por una ola de robos en dos comarcas de Lleida
Aceptan penas de entre dos años y tres años y tres meses de prisión || Cometieron un total de 38 asaltos, también en las comarcas del Bages y el Alt Penedès
La Audiencia de Lleida condenó ayer en un juicio por conformidad a diez jóvenes a penas de entre dos años y tres años y tres meses de prisión por una oleada de robos en casas de Ponent y Barcelona entre mayo y septiembre de 2018. Concretamente, estaban acusados de 38 robos con fuerza. Una mujer también aceptó un año de prisión por un delito de receptación al reconocer que se quedaba las joyas sustraídas. Un hombre fue absuelto al retirarse la acusación. Estaba previsto que el juicio se alargara durante cuatro sesiones pero Fiscalía, defensas y acusaciones llegaron a un acuerdo que ultimaron ayer por la mañana. Inicialmente, el Ministerio Público solicitaba penas de hasta ocho años de prisión.
Los diez jóvenes fueron condenados como autores de un delito continuado de robo en casa habitada y se les aplicó las circunstancias atenuantes de confesión y reparación del daño. Nueve de ellos habían consignado antes del juicio 25.000 euros para las víctimas y las aseguradoras de las viviendas por los daños y los objetos sustraídos. Las defensas también solicitaron la suspensión de las penas para los acusados que aceptaron dos años de cárcel. Los tres cabecillas de la red, que están en prisión provisional, fueron condenados a tres años y tres meses de prisión.
Los robos tuvieron lugar entre los meses de junio y septiembre de 2018 y se declaró probado que los acusados acudían a los domicilios de pueblos pequeños de comarcas como la Segarra, el Segrià, el Bages o el Alt Penedès y utilizaban siempre el mismo modus operandi. Accedían al interior del inmueble forzando puertas o ventanas, mientras otros miembros del grupo vigilaban para asegurar una huida rápida. Incluso utilizaban diferentes vehículos para dificultar las investigaciones policiales. Los procesados, de origen marroquí y afincados en Manresa, procuraban deshacerse de los objetos robados, especialmente joyas, el mismo día de los robos. Acudían a Barcelona, donde una mujer que regentaba un comercio les compraba la mercancía obtenida. Esta mujer aceptó ayer una condena de un año de prisión por un delito de receptación.