El Parc de l'Alt Pirineu denuncia masificación en la Pica d'Estats y controlará el acceso

El puente de la Diada, que ha dejado una ocupación del 100% en muchos puntos del Pirineo este fin de semana, ha tenido como contrapartida la denuncia del Parc Natural de l’Alt Pirineu y Aran por la masificación de turistas en un punto tan emblemático y protegido como la Pica d’Estats, a 3.143 metros del altura, donde estos días ha habido colas para hacerse fotos al lado de la cruz de la cima. La avalancha de excursionistas también llegó a otros puntos de la montaña como el Port de Sotllo, hábitat de la lagartija pallaresa, especie protegida en peligro de extinción; a los lagos alpinos, donde se llegaron a bañar, práctica que está prohibida. Se registró un colapso de parkings y también de autocaravanas en la zona de Sant Joan de l’Erm.

El director del Parc Natural (organismo dentro del Territorio y Sostenibilidad), Marc Garriga, remarcó que los visitantes que llegaron ayer de forma masiva a la Pica d’Estats lo hicieron sin guardar las medidas de seguridad por la Covid-19 ya que muchos no llevaban mascarilla y tampoco guardaron las distancias de seguridad. “Entiendo que no se lleve cuando se asciende pero una vez en la cumbre para hacerse fotos no”.

La ocupación turística llegó al 100% en varios puntos de las comarcas del Pirineo este puente de la Diada

El Parc Natural de l’Alt Pirineu, junto con la Entidad Municipal Descentralizada de Àneu, propietaria de las 5.000 hectáreas de zona forestal, y el ayuntamiento de Alins, ya han llegado a un acuerdo para regular el acceso a la Pica. Lo harán mediante la creación de una ordenanza municipal que regule el paso para controlar el número de personas que suben y cómo lo hacen, por lo que también se prevé un sistema de vigilancia, que comenzará a definirse este otoño, indicó Garriga. La Pica d’Estats se suma a otros enclaves pirenaicos protegidos que precisan de regulación para frenar la masificación como es Mont-rebei, en tramitación.

Multas de hasta seiscientos euros a autocaravanas en la Cerdanya

Una zona de concentración de autocaravanas en el municipi de Lles / Sebastià Sellés

La concentración de auto caravanas en espacios públicos de la Cerdanya leridana es cada vez más habitual y los ayuntamientos afectados trabajan en la regulación para poner freno a lo que consideran “un problema grave”. El consistorio de Lles ha sido el primero en iniciar los trámites para disponer de una ordenanza y en el pleno de julio aprobó el texto, que prevé sanciones que van de los 200 a los 600€ para propietarios de vehículos que no cumplan la normativa. El texto prohíbe la concentración de vehículos acampados durante días en entornos naturales. Uno de los puntos más concurridos en el municipio es el del Cap del Rec, en las pistas de esquí nórdico, donde estos días han llegado a contabilizar decenas en un solo día. El alcalde de Lles, Dani Olivera, explicó que el problema “hace años que nos afecta” pero este año se ha incrementado. En el último consejo de alcaldes los responsables municipales acordaron la redacción de un texto unificado para regular la actividad. Cada ayuntamiento, después, podrá adaptar la ordenanza a las especificidades de su municipio. Fuera de los espacios habilitados, las auto caravanas no pueden estacionar más de 48 horas.