El acusado del choque mortal en el que falleció una joven de Les Borges niega ser el culpable del accidente
El hombre chocó con un vehículo al cual quería adelantar y contra el coche de Marta Soria al invadir el carril contrario, según los Mossos
El conductor acusado de causar un accidente en octubre de 2016 en la N-240 en Lleida, en el que murió una joven de 27 años de Les Borges Blanques, ha asegurado que fue la víctima quien chocó con él. "La familia busca a un culpable pero no soy yo", ha declarado en el juicio en el penal 2 en el que sólo ha respondido a las preguntas de su abogado. El mosso encargado de la investigación, sin embargo, ha declarado que, según las pruebas, el acusado chocó por alcance con el coche que tenía delante al quererlo adelantar y después invadió el carril contrario y chocó frontalmente con el vehículo de la víctima. El acusado también ha dicho que iba a 100 kilómetros por hora, pero según el perito circulaba a una velocidad de entre 138 y 160 km/h, en un tramo limitado a 90.
Antes de empezar el juicio, el padre de la chica que perdió la vida en el accidente, Carles Soria, ha celebrado que por fin haya llegado el día, cuatro años después, "en el que se pueda hacer justicia de una vez por todas". "Han sido cuatro años muy duros, ha sido una instrucción muy larga y esperamos que sea un juicio justo para ella y que, de una vez por todas, pueda descansar tranquila", ha dicho.
La familia espera que la justicia entienda que los hechos son constitutivos de un homicidio doloso y que condene al acusado y a la otra acusada, conductora del otro vehículo implicado, a 15 años de prisión. Considera que los acusados "estaban haciendo una carrera ilegal cuando tuvo lugar el accidente". La fiscalía, en cambio, solicita una pena de 4 años de prisión por homicidio imprudente sólo para el acusado. Según Soria, sin embargo, el accidente, "de imprudente no tiene nada. Fueron unos terroristas en la carretera". "Matar no es gratis", ha añadido.
Durante las declaraciones de los Mossos d'Esquadra, los dos abogados de la defensa del principal acusado han intentado desvincular a su cliente de la responsabilidad del accidente. Por una parte, uno de ellos ha intentado demostrar que fue la otra acusada quien golpeó lateralmente el vehículo del acusado cuando intentaba reincorporarse al carril de adelantamiento y que este golpe hizo que el coche del hombre saliera disparado y chocara contra el coche conducido por la víctima mortal y que circulaba en dirección contraria. El otro letrado ha intentado culpar a la chica que murió diciendo que dio positivo en la prueba de alcoholemia y que iba más rápido de la velocidad permitida.
Los Mossos sin embargo, han descartado cualquiera de estos extremos. Por una parte, uno de los Mossos ha explicado que por los golpes que recibieron los vehículos queda "claro" que fue el acusado quien golpeó por detrás al coche de la otra acusada cuando quería adelantarla y que a raíz de este choque invadió el carril contrario y chocó contra la chica que circulaba en sentido contrario, en dirección Lleida. Sobre la velocidad y la alcoholemia, ha puntualizado que el acusado también había bebido alcohol (en ninguno de los dos casos dieron niveles penales) y que también llevaba exceso de velocidad. La víctima mortal, ha explicado el mosso, intentó evitar el impacto desviando el vehículo hacia la derecha cuando detectó que un vehículo invadía su carril y le venía de cara, pero el accidente era "inevitable", ha asegurado. "Sólo se podría haber evitado si el BMW (que conducía al principal acusado) no hubiera intentado adelantar", ha afirmado.
Según los Mossos, el causante del accidente fue el acusado aunque él lo niega. "Entiendo el dolor de la familia pero no es culpa mía. La familia busca a un culpable pero no soy yo", ha declarado.
Según la investigación, sin embargo, el hombre salió de un restaurante de Lleida en dirección Tarragona minutos después de la acusada y la quería "coger". "Era un rol de perseguidor-perseguido", ha puntualizado uno de los agentes, que ha descartado que estuvieran haciendo una "carrera", cómo denuncia la acusación particular. Este agente ha añadido que los primeros mossos que llegaron al lugar del accidente comprobaron que las luces del vehículo del acusado estaban apagadas y que días después, cuando fueron a analizar el coche en el desagüe estaban encendidas. Las acusaciones sospechan que el hombre o alguien de su entorno intentó manipular las pruebas para ocultar que el conductor iba con las luces apagadas.
La acusada ha negado haber visto ningún vehículo en sentido contrario. En cambio, el acusado ha dicho que sí que venía un "haciendo esses" y que sólo vio las luces y sintió un golpe. Sin embargo, tal como ha explicado otro agente de los Mossos, en ningún momento, en el lugar de los hechos, ninguno de los dos acusados habló de un tercer vehículo implicado. Fue uno de los agentes quien, repasando los restos de aceite de uno de los vehículos, localizó en el lateral de la carretera dentro del canal el coche de la chica que murió.