FGC prevé dotar de nieve artificial el 90% de pistas de Boí Taüll, Port Ainé y Espot en 2023

Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) proyecta ampliar la producción de nieve artificial en todas sus estaciones de esquí hasta alcanzar el 90% de las pistas para el invierno 2023-2024. Esto incluye Espot Esquí, donde la innivación llega ahora al 60% de la superficie; Port Ainé, donde alcanza el 50%; y también Boí Taüll, donde los cañones cubren el 40% del dominio esquiable. La empresa pública, que asumirá en breve la propiedad de la estación de la Alta Ribagorça, la ha incluido ya en su planificación para asegurarse la nieve.

El plan que FGC ha elaborado para gestionar Boí Taüll durante los próximos diez años considera “necesario” mejorar la innivación artificial y argumenta que “debido al cambio climático, la producción de nieve es una prioridad a la hora de operar una estación de esquí”. No hacerlo, advierte, supone “riesgo de no poder aprovechar las ventanas de frío, cada vez más pequeñas, para producir nieve”, y en consecuencia “las pistas estarán en peores condiciones”.

Asimismo, el plan apunta que FGC ha establecido como objetivo “garantizar la innivación” en sus estaciones para “reducir la dependencia de las nevadas”. En el caso de Boí Taüll, cifra la inversión necesaria para hacerlo en 2,7 millones. Es la segunda mayor que prevé el plan de viabilidad aunque, al establecer prioridades, la sitúa por detrás de otras que considera urgentes para garantizar la apertura del complejo, como dotarlo de un suministro eléctrico estable (ver desglose). Para ampliar la innivación en sus estaciones, FGC prevé instalar cañones de última generación, capaces de generar hasta un 50% más de nieve con la mitad de consumo energético que los antiguos. Al margen de las estaciones de FGC, Port del Comte ha instalado cinco nuevos cañones y Baqueira ha dado prioridad a su nueva balsa en Beret, que acumulará 200.000 metros cúbicos de agua para innivación.

Asegurarse la electricidad, la mayor inversión y la más urgente La inversión más cuantiosa que prevé el plan de viabilidad de Boí Taüll es también la más urgente: tres millones para renovar la acometida que proporciona suministro eléctrico a la estación. El plan prevé iniciar los trabajos en 2021 y ejecutarlos a lo largo de dos años. Advierte que la actual instalación, de los años ochenta y sin mantenimiento desde entonces, está en un estado “precario”. “Demorar esta intervención significaría un importante riesgo operativo, ya que podría comportar el cierre total hasta tener de una conexión o fuente de energía alternativa”.