Las restricciones por la Covid hunden las reservas, y los hoteles, al 15%

Las restricciones de la Generalitat para frenar el auge de contagios de coronavirus han hundido las reservas turísticas en Lleida y los hoteles del Pirineo cuentan con una ocupación de entre un 10% y un 15% este fin de semana. Las medidas han obligado a cerrar los bares y restaurantes, pero los hoteles y otros alojamientos turísticos pueden seguir abiertos y ofrecer comidas solo a sus huéspedes. Pese a las recomendaciones de limitar la movilidad, el Sobirà recibió ayer a turistas, principalmente boletaires y cazadores, que aprovecharon el el buen tiempo. También hubo visitantes que llegaron a Sort para comprar lotería de Navidad y propietarios de segundas residencias, según explicaron propietarios de hoteles de la comarca.

El presidente de la Federación de Hostelería, Josep Castellarnau, aseguró que sin restricciones los hoteles del Pirineo hubiesen tenido alrededor del 70% de sus camas ocupadas. El responsable de promoción del Patronato de Turismo de la Diputación, Juli Alegre, señaló que los bungalows están al 40%. La presidenta de Campings de Lleida, Marta Cortina, dijo que con las nuevas medidas, “las reservas se han paralizado”. El presidente de la Federación de Turismo Rural, Jaume Ramon, apuntó que la ocupación en las casas de payés “es testimonial” y recordó que el límite de 6 personas en las reuniones perjudica al sector. Ramon aseguró que hay clientes que cancelan reservas, mientras que otras las anulan los negocios al ver que son grupos de más de 6.

Por otra parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, propuso el viernes a la Generalitat un protocolo para abrir un corredor turístico con países de la Unión Europea, como el que ya se firmó con Baleares y Canarias. En este sentido, Alegre apuntó que “beneficiaría a destinaciones con un alto nivel de turismo internacional” y señaló que en las comarcas de Lleida representa entre un 18 y un 20% en un año normal. Alegre recordó que en verano, el número de visitantes extranjeros disminuyó un 70%, una caída que fue absorbida por el turismo de proximidad. Castellarnau cuestionó este corredor en un momento en el que los restaurantes están cerrados.