Primer día de confinamiento perimetral de Aragón con controles policiales y bares vacíos en la Franja

Aragón se ha levantado este martes por la mañana con controles policiales en las entradas de municipios fronterizos con Cataluña, como Mequinenza, y bares vacíos en la Franja de Ponent, donde estos días algunos vecinos de municipios leridanos próximos se habían desplazado a hacer el café. Alcaldes de municipios fronterizos, como la alcaldesa de Aitona, Rosa Pujol, celebran la medida para limitar desplazamientos "innecesarios" y evitar así la propagación del virus, a pesar de considerar que "ha llegado tarde". Pujol, sin embargo, va más allá y pide que se limite la movilidad a los municipios y que se reabran, aunque sea parcialmente los bares, teniendo en cuenta que los datos en su municipio están más controladas que en el resto de Cataluña.

La Guardia Civil ha montado dispositivos móviles en varios puntos de la Franja para controlar los desplazamientos. En Mequinenza, por ejemplo, han parado a Manolo Ferragut, un vecino de la Granja d'Escarp (Segrià) que, como muchas mañanas, había salido a dar una vuelta en moto. "Como no entro en ningún municipio pensaba que podía circular por las carreteras, pero para evitar problemas, vuelvo hacia casa", ha explicado a la ACN.

Alberto Villasboa, que trabaja en un bar de Mequinenza, ha reconocido que con las limitaciones de movilidad, cada día tiene menos clientes. "Está todo muy complicado, sólo vienen cuatro cazadores", ha dicho, y lamenta que sólo se puede consumir en las terrazas y "ahora que viene el frío nadie quiere estar a fuera". Reconoce que tiene "miedo" de que los cierren del todo "porque sin ingresos no podemos pagar el alquiler, la luz ni ningún gasto".