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El sector turístico del Pirineo y las casas rurales, bajo mínimos

Sin reservas y cierres temporales de hoteles por las limitaciones || Esperan que las restricciones hayan acabado en diciembre

La casa rural en El Talladell, donde se hacen mejoras.

La casa rural en El Talladell, donde se hacen mejoras.J.R.

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El cierre perimetral de los municipios los fines de semana impuesto por las nuevas restricciones del Govern hasta mediados de este mes por la pandemia ha supuesto otro mazazo para el sector turístico. Si bien no han dado definitivamente por finalizada la temporada ni los bungalows, ni hoteles ni casas de payés, esto ha comportado la anulación de todas las reservas y el cierre temporal de algunos hoteles, como es el caso del Pessets de Sort, y también de casas rurales a la espera de que la situación dé un viraje de 180 grados para poder reabrir en el puente de la Purísima y salvar la campaña de Navidad. Si no fuera así, “sería un completo desastre para el sector”, coinciden todos los responsables.

Por lo que respecta al turismo rural, su responsable, Jaume Ramon, indicó que “ya fue duro adaptarnos a reducir las reservas a solo seis personas. Esto nos puso muchas limitaciones y ahora no hay ninguna posibilidad de dar servicio si no puede venir nadie de fuera”, remarcó. Explicó que este impasse está viniendo bien para hacer algunas obras de mantenimiento en algunos establecimientos, como es su caso en su casa rural de El Talladell, en el Urgell.

En cuanto a los bungalows, la responsable de los campings, Marta Cortina, señaló que hay mucha incertidumbre, tanto en su sector como en los otros. “No sabemos si podremos abrir, no sabemos si será rentable, ya que ahora tenemos gastos pero no ingresos, y no sabemos si podremos contrarrestar las pérdidas. La Purísima y Navidad son fechas claves para los que nos dedicamos al turismo”, destacó. Cortina indicó que está prevista una reunión de empresarios del sector del camping para arrojar luz sobre estas cuestiones.

El presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau, precisó que “todavía no hemos tirado la toalla. A día de hoy ningún empresario me ha dicho que cierra definitivamente. Sí lo han hecho algunos de forma temporal, pero reabrirán en cuanto se pueda”. Algunas segundas residencias de Aran se han ocupado, aunque son personas que vienen a pasar largas temporadas y a teletrabajar. Todos los hoteles están preparados para la nueva temporada de esquí.

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